Qatar y Doha, su capital son famosos por la Ronda de la Organización Mundial del Comercio, la misma cuyo puntos de un debate aún inconcluso se apurarán a tratar los líderes globales en el G20.
Si bien la Argentina y Brasil tienen posiciones comunes ya consensuadas por Cristina Fernández y Lula da Silva (“comunes pero no conjuntas”, señalan allegados al Gobierno cada vez que puede, y remarcan la soberanía que los países mantendrán en el foro internacional), ambos líderes intentarán alinear a en la cumbre del ASPA a Arabia saudita, el otro de los miembros del cónclave árabe-latino que va al G20. “Pero lo interesante será también escuchar a los otros países, los que no viajan a Londres, para saber y entender sus posiciones. Eso va a enriquecer la Cumbre y está claro que el tema global no puede quedar fuera. Este encuentro llega en el momento justo”, asegura un integrante de la delegación, desde el elegante Hotel Ritz Carlton de Doha, donde se aloja la Presidenta.
Queda claro que tanto para Cristina como para Lula será muy importante coordinar opiniones entre los presentes en Doha, sobre todo con los que no estuvieron en la cumbre de Líderes Progresistas, que se realizó la semana pasada en Chile, y que tampoco irán a Londres. “Y también será muy útil para tantear la opinión de los árabes sobre Barack Obama, sus primeros meses de gestión y cómo lo ven parado frente a la crisis global”, especulan en el entorno presidencial.