La nómina de los responsables, detrás de los sucesivos Gobernadores por supuesto, por la seguridad de la provincia de Buenos Aires, incluye una larga lista de figuras. Algunas de las cuales despertaron expectativas, otras solamente fueron nombramientos circunstanciales antes determinas coyunturas.
El flamante Ministro, espera la modificación de la Ley respectiva de unificación de ministerios, delineó su propuesta enfatizando que según los registros oficiales los delitos bajaron pero “son de mayor violencia”, la incidencia de la droga en esta conducta más la utilización de menores por parte de organizaciones delictivas. De este discurso además se desprende que Casal, llamó a una participación democrática, utilizará en una primera etapa toda la fuerza posible policial disponible en operativos de prevención sincronizados.
Los índices oficiales por supuesto se arman siempre desde los efectivamente denunciado que son acotados por diversos motivos. Se hace la denuncia cuando son hechos graves, delitos de acción pública, homicidios, robo seguido de muerte, lesiones, hurto o robo de automotores. Incluso la nómina no contabiliza estos últimos cuando el autor no esta identificado.
Todos sabemos, los que medianamente estamos relacionados con el público, que mucho, quizás demasiado, no se denuncia. Las causas son diversas: no hay seguro de por medio para recuperar algún monto, en otros por ser cosas que suceden con cierto ritmo de frecuencia. Lo que socialmente se conoce como “acostumbramiento”.
Este es otro desafío para el gobernador, dar la suficiente señal de confianza para que el ciudadano denuncie todos los hechos. Sólo así se tendrá una exacta dimensión de la gravedad del problema, mas profunda y complicada de lo que muestran las estadísticas.