Una historia reciente: La llegada de alemanes a Ballester
Villa Ballester fue una de las más importantes colonias de inmigrantes alemanes de la República Argentina. Muchos de ellos vinieron en las grandes olas inmigratorias comprendidas en el periodo que abarca fines del siglo XX y mediados del XX y como es lógico, buscaban lugares donde vivieran sus compatriotas.
La localidad sanmartinense era uno de los objetivos de los nuevos residentes. En una de las primeras -si no la primera- historia de nuestro pago, “Historia de Villa Ballester” (escrita por Martín Lange en 1939) se destaca la presencia de dicha comunidad y como otras colectividades (como las de los italianos y españoles, por ejemplo) tuvieron un rol fundamental en la creación de distintas instituciones de interés publico.
En lo que respecta al aspecto religioso se pueden nombrar el “Hogar de María” (1933), la Iglesia Evangélica luterana (1947) y la Iglesia de Schoenstatt (1980).
Mucha importancia le dieron a la educación, por eso son dignas de mencionar el “Bismarck Schulle” (un desparecido colegio cuya ubicación estuvo en la calle Lacroze), El “Instituto Ballester” (1922) y el “Instituto Holsters” (1930). También valoraron el deporte y la cultura, motivo que llevó a la creación de la “Sociedad coral Alemana” (1923) y la “Sociedad Alemana de Gimnasia” (1924).
En un interesante artículo de la revista “ Todo es Historia”- dedicado a los alemanes en la Argentina- se puede leer que un hombre llamado Víctor Raumberger, al ver que no existía en Ballester servicios fúnebres adecuados a la religión de sus compatriotas fundó la “ Cochería Alemana” en 1930 , que posteriormente se trasladaría a la Capital Federal.
La vida social no fue dejado de lado, debido a eso nacieron asociaciones regionales como el “Club Social y Deportivo Suabia del Este” sin olvidar la presencia de los bares alemanes que fueron lugares de encuentros importantes cuya decoración tenía un estilo inconfundiblemente germánicos, y donde se podían saborear los platos de su cocina tradicional, acompañados obviamente por la infaltable cerveza. Uno de ellos era el “Deutsche Haus”, ubicado en Alvear 345.
La influencia de este pueblo todavía esta presente y prueba de ello son las variadas actividades de todo tipo que enriquece a nuestra comunidad ballesterense
Fuentes:
“Presencia Alemana en Argentina”, de Manrique Zago
“Villa Ballester: Historia y Costumbre. Narración desde el principio hasta 1950”, de José Angio
“Todo es Historia” , nº 424 , Noviembre 2002
La localidad sanmartinense era uno de los objetivos de los nuevos residentes. En una de las primeras -si no la primera- historia de nuestro pago, “Historia de Villa Ballester” (escrita por Martín Lange en 1939) se destaca la presencia de dicha comunidad y como otras colectividades (como las de los italianos y españoles, por ejemplo) tuvieron un rol fundamental en la creación de distintas instituciones de interés publico.
En lo que respecta al aspecto religioso se pueden nombrar el “Hogar de María” (1933), la Iglesia Evangélica luterana (1947) y la Iglesia de Schoenstatt (1980).
Mucha importancia le dieron a la educación, por eso son dignas de mencionar el “Bismarck Schulle” (un desparecido colegio cuya ubicación estuvo en la calle Lacroze), El “Instituto Ballester” (1922) y el “Instituto Holsters” (1930). También valoraron el deporte y la cultura, motivo que llevó a la creación de la “Sociedad coral Alemana” (1923) y la “Sociedad Alemana de Gimnasia” (1924).
En un interesante artículo de la revista “ Todo es Historia”- dedicado a los alemanes en la Argentina- se puede leer que un hombre llamado Víctor Raumberger, al ver que no existía en Ballester servicios fúnebres adecuados a la religión de sus compatriotas fundó la “ Cochería Alemana” en 1930 , que posteriormente se trasladaría a la Capital Federal.
La vida social no fue dejado de lado, debido a eso nacieron asociaciones regionales como el “Club Social y Deportivo Suabia del Este” sin olvidar la presencia de los bares alemanes que fueron lugares de encuentros importantes cuya decoración tenía un estilo inconfundiblemente germánicos, y donde se podían saborear los platos de su cocina tradicional, acompañados obviamente por la infaltable cerveza. Uno de ellos era el “Deutsche Haus”, ubicado en Alvear 345.
La influencia de este pueblo todavía esta presente y prueba de ello son las variadas actividades de todo tipo que enriquece a nuestra comunidad ballesterense
Fuentes:
“Presencia Alemana en Argentina”, de Manrique Zago
“Villa Ballester: Historia y Costumbre. Narración desde el principio hasta 1950”, de José Angio
“Todo es Historia” , nº 424 , Noviembre 2002