Foto y fuente: Radio FMQ |
La primera noche la pasaron bajo techo, pero no cesaron los inconvenientes. Otros vecinos les avisaron que al quedar el terreno vacío, varios okupas quisieron quedarse con el lugar. “Nos enteramos que quisieron entrar en el terreno, la familia decidió instalarse para no perderlo. Son terrenos fiscales, pero hace 30, 40 años que viven ahí. Hablaron con el municipio, pero no les dio ninguna respuesta”.
La decisión recayó en el matrimonio de Claudio y Andrea Silva. Volver, a la intemperie, o quedarse al resguardo brindado por Norma, aun pudiendo perder el terreno. La solución llegó de la mano de una carpa. La familia completa, nueve personas, viven cada día y cada noche en una pequeña carpa en el desolado lote. Los Silva son el matrimonio y sus cuatro hijos, pero además vive con ellos una mujer de unos 60 años y dos chicos más.
“El municipio alegó que no es el único incendio que tienen y que van a ir respondiendo mientras puedan. Están armando una nueva casilla, pero siguen en la carpa. Le regalaron una cocina y compraron una garrafa, pero está a la intemperie. Está anunciado lluvia y se les va a mojar todo. Armaron un bañito pero es muy precario”, apuntó la referente social.
La familia continúa en el lote, separada de la noche apenas por una lona plástica. Esperan una ayuda desde el municipio o poder construir una nueva vivienda antes de que llueva o de que finalmente les ocupen el terreno.
8 de mayo de 2012