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18 años para el asesino de Santiago

Lo golpeó, lo empaló y lo dejó abandonado frente al Palacio Municipal de La Plata. Al conocer su muerte huyó al interior, pero la Justicia lo alcanzó.
Viernes, 28 de noviembre de 2008 a las 15:57
Por Cecilia Di Lodovico
El Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata condenó a 18 años de prisión a Nicolás Marletta (22) a quien encontró culpable de haber golpeado, empalado y abandonado en los jardines de la municipalidad platense a Santiago Barberán, joven de 20 años que falleció días mas tarde en un centro asistencial de esta capital.

De esta manea, los magistrados Liliana Torrisi, Claudio Bernard y Carlos Graziano, Marletta lo penaron por haber cometido "homicidio simple con abuso sexual gravemente ultrajante", circunstancia que se desprende del empalamiento que sometió a Barberán "con el claro objetivo de humillarlo", después de golpearlo con una baldosa y un palo.

En el fallo, los jueces dieron por acreditado que Barberán y Marletta se conocieron pocas horas antes del crimen en un bar de la zona céntrica de La Plata, donde compartieron unas cervezas, un cigarrillo de marihuana y "pastillas", y que luego se  dirigieron a los jardines de la Municipalidad platense, donde comenzaron una pelea que derivó en la agresión mortal.

La culpabilidad de Marletta fue acreditada a través de los testimonios que prestaron sus propios amigos, quienes declararon que el condenado contó, días después del crimen, que había mantenido una pelea con un joven en los jardines de la Comuna platense, a quien había "golpeado con una baldosa y arrojado un palo". Los testimonios permitieron detener a Marletta en la ciudad bonaerense de Junín, a donde habría escapado el mismo día en que se conoció el deceso de Barberán.

Otro de los amigos declaró que Marletta le comentó días después del hecho que había mantenido una pelea con un chico, al que golpeó con un palo con el que luego lo empaló. Además, se basaron en la declaración del propio imputado, quien dijo que el día del asesinato estuvo en la zona y utilizó un palo en una supuesta maniobra de defensa para intentar alejar a una persona que se le había acercado y le había producido "temor".

El fiscal de Juicio, Gabriel Sagastume, había constatado en su investigación que la víctima fue golpeada en todo el cuerpo, empalada y atacada en la cabeza con una baldosa con la intención de terminar con su vida, y encuadró el delito en la figura de "abuso sexual gravemente ultrajante, en concurso real con homicidio simple".

Por su parte, durante la audiencia oral y pública, el abogado José Vera, representante del padre de la víctima, había reclamado prisión perpetua para Marletta, por entender que se trató de un delito de "homicidio calificado por ensañamiento", figura penal sancionada con la máxima pena. En tanto, para la defensa de Marleta, ejercida por la abogada Dora Piñeiro, su patrocinado debió ser absuelto porque tanto en la instrucción como en el debate oral no habían surgido pruebas concretas que ameriten su culpabilidad, al tiempo que encuadró el delito como "homicidio preterintencional".

Los jueces dieron por acreditado que el día del crimen, la madrugada del 28 de mayo de 2006, Marletta agredió a Barberán con un trozo de baldosa y un palo, provocándole un traumatismo cráneo-facial y múltiples contusiones que días después le provocaron la muerte. "En esa oportunidad, y con clara intención de humillarlo, el sujeto le introdujo a Santiago un palo en el ano que le ocasionó además un traumatismo rectal", agregó el fallo.

Tras la lectura de la sentencia, que se produjo sin incidentes, los abogados de la defensa de la familia se mostraron conformes con la sentencia, pero adelantaron que pedirán en la instancia de Casación que se revise si en el asesinato no hubo "ensañamiento", circunstancia que fue desechada por los jueces de primera instancia. La madre del joven, Viviana Mottalini, lamentó que a Marletta "sólo le hayan dado dieciocho años". "Yo pensé que iba a ser cadena perpetua. Esta pena puede ser excarcelable y a mí me quedan dudas. De todas maneras, a mi hijo no me lo devuelve nadie".