Con la zurda; con la derecha; eludiendo rivales; de tiro libre; de penal; con el pelo corto; con su melena juvenil; con una barba tupida; en el último minuto... Lionel Messi marcó goles de todos los colores en sus 19 visitas al Santiago Bernabéu. Fueron 15 celebraciones -algunas de ellas icónicas- en el templo del Real Madrid desde su primera incursión en 2005. Un promedio de 0,79 goles por encuentro, con diez triunfos del Barcelona por seis de los blancos desde entonces.
El argentino, otra vez en su mejor forma después de su exhibición ante el Sevilla, intentará continuar su estadística con un doble clásico en el Bernabéu que paralizará al fútbol internacional este miércoles y sábado. Serán dos partidos en cuatro días -para un total de tres en un mes- que definirán la suerte de los gigantes españoles en la Copa del Rey y la Liga antes de ingresar al tramo decisivo de la Champions. El más determinante será el primero, ya que pondrá en juego el pase a la final de Copa en una serie que se presenta abierta tras el 1-1 en el Camp Nou.
El escenario de las definiciones será el Bernabéu, un estadio que supo aplaudir a mitos rivales como Diego Maradona o Ronaldinho pero que de momento le niega un reconocimiento semejante a Messi. Un gesto que, en tiempos de renovada polarización futbolística en España, difícilmente se produzca en el corto plazo. Mucho menos tras el video que el Barcelona difundió esta semana en sus redes sociales celebrando "La Gran Década en el Santiago Bernabéu" y recordando algunas de las últimas victorias.
¿Teme el Bernabéu a Messi? El madridismo lo niega de plano. Es más: considera una falta de respeto hablar de miedo cuando enfrente hay un equipo que ganó las últimas tres ediciones de la Champions. "Es un jugador increíble pero no asusta a nadie", señaló Vinícius, la gema brasileña que se ganó un lugar en el once de Santiago Solari. "Esa palabra (temor) no existe en el mundo del fútbol para los que disfrutamos de la competición", dijo el técnico argentino de los blancos.
Aunque nadie olvida las palabras del propio Solari como columnista de El País, antes de iniciar sus tareas en el Real Madrid Castilla. "Es un goleador inclasificable. Goleador es intrínseco a Messi de la misma manera que las tormentas, los relámpagos, o el viento huracanado, son fenómenos atmosféricos", escribió entonces el Indiecito.
Los tiempos cambiaron y hoy Solari se encuentra ante el desafío de imponer la jerarquía blanca. Lo consiguió en cierta medida en el partido de ida de Copa, en el que Messi, tocado físicamente, no logró gravitar en los minutos que jugó. Pero las estadísticas del argentino en el Bernabéu son aún más intimidantes que en el Camp Nou: de sus 26 goles al Real Madrid en 39 partidos, ya de por sí récord para un clásico, más de la mitad (15) fueron en campo ajeno. Y la historia viene de largo.
El debut en la noche de Ronaldinho
La primera toma de contacto entre Messi y el Bernabéu se produjo el 19 de noviembre de 2005, cuando los clásicos rivales se enfrentaron por la Liga. El argentino tenía 18 años, pero Frank Rijkaard decidió colocarlo de titular y la apuesta del holandés rindió sus frutos. El joven crack hizo un gran partido e inició la jugada que derivó en el primer gol de Samuel Eto'o. Aunque el hombre de la noche fue Ronaldinho, que brilló con otros dos goles que le valieron el aplauso del Bernabéu. "Salí a divertirme", dijo entonces Messi.
Primeros goles y un 6-2 para la historia
Messi tropezó en sus dos siguientes visitas al Bernabéu (derrotas por 2-0 y 4-1 y sin ningún gol). Su estreno goleador en la "Casa Blanca" se demoró hasta el 2 de mayo de 2009, pero la espera valió la pena. Aquella tarde, el equipo de Pep Guardiola pasó por arriba del Real Madrid y logró un histórico 6-2 con dos tantos del argentino, que demostró toda su categoría para definir frente a Iker Casillas. Ese año, el equipo azulgrana obtendría los seis títulos que disputó, el famoso Sextete.
Doblete en el clásico de la Champions
Entre el 16 de abril y el 3 de mayo de 2011, el Real Madrid de José Mourinho y el Barcelona de Guardiola disputaron cuatro explosivos clásicos en 18 días. Los blancos se quedaron con la Copa del Rey, pero el conjunto azulgrana eliminó a su rival en semifinales de la Champions, con Messi como actor principal en el Bernabéu. El 27 de abril, en el duelo de ida, el argentino brilló con dos goles para encaminar una serie que luego el Barcelona sentenciaría en el Camp Nou. El segundo de los goles fue uno de los mejores de la carrera de Messi: Sergio Busquets le cedió mansamente la pelota en el centro del campo y el argentino dejó a cinco rivales en el camino antes de definir con su pierna menos hábil.
Hat-trick en el Bernabéu
De los 50 hat-tricks de la carrera de Messi, uno de ellos se produjo en el Bernabéu. Ocurrió el 23 de marzo de 2014, en un partido de Liga que los azulgranas ganaron 4-3 (dos de los tres goles del argentino fueron de penal). Pese a la victoria en el clásico, el equipo dirigido entonces por Gerardo Martino acabaría perdiendo el título de Liga ante el Atlético Madrid.
Festejo emblemático
Otro momento inolvidable de Messi en el Bernabéu sucedió el 23 de abril de 2017. No tanto por los dos goles del argentino, uno de ellos agónico para el 3-2 final, sino por el festejo posterior: Leo se sacó la camiseta y la exhibió desafiante al Fondo Norte del Bernabéu, el mismo donde los hinchas de River celebraron a la distancia la corrida del Pity Martínez en la última final de la Libertadores. El triunfo tampoco le sirvió al Barcelona para ganar el título de Liga, que quedó en manos del equipo que dirigía Zinedine Zidane, pero la imagen del festejo quedó grabada a fuego.