Cerró el mayor fabricante de colectivos del país
Metalpar, conformada por un grupo chileno y otro brasileño, indemnizará a todos sus empleados.
Metalpar, la fábrica de carrocerías para colectivos más importante de la Argentina, anunció hoy al mediodía el cierre de sus puertas, por lo que despedirá a unos 600 trabajadores, entre operarios y personal que se desempeñaba en tareas de limpieza, seguridad, comedor y mantenimiento, con las correspondientes indemnizaciones.
Se trata de la planta que el grupo -un joint venture entre Metalúrgica Paredes, que es Chilena, y la brasileña Marcopolo- tiene en Loma Hermosa, donde producía carrocerías para colectivos urbanos. Según fuentes del sector autopartista que le proveían piezas, las tasas de interés afectaron fuertemente la renovación de las unidades por parte de las empresas de colectivos y ello afectó el negocio de Metalpar.
Trascendió que los dueños están analizando continuar con la producción pero a menor volumen y en otra planta que tienen. Metalpar es la empresa líder en el país de carrocerías para colectivos. Llegó a producir hasta 12 por día.
La firma ya había reducido personal el año pasado, y ello encendió las alarmas en el gremio y en diferentes actores del sector, que le pidieron al Gobierno nacional medidas concretas para lograr la reactivación. "Como dicen en la jerga, el colectivo se paga cortando boletos, por lo que si no conseguiste financiación, no podés renovar la unidad", dijo una fuente que le proveía a Metalpar. Y agregó: "Es un negocio con alta dependencia del crédito".
Los dueños de Metalpar también son dueños de Metalsur, con sede en Villa Gobernador Gálvez que produce carrocerías para colectivos de larga distancia. El grupo compró el 51% de la firma santafesina en 2012 y también en el último año mostró severos problemas productivos y efectuó suspensiones. De todas formas, la que cierra es la de Loma Hermosa.
Este cierre es uno más de los tantos de empresas que se están sucediendo en los últimos meses producto de la fuerte caída en la demanda. Algunas empresas intentaron, durante todo el 2018, aguantar la merma en las ventas con suspensiones, eliminación de turnos de producción, reducción de costos, retiros voluntarios, y hasta despidos. Pero en algunos casos los números ya no cierran y no les queda más remedio que cerrar sus puertas.
También se incrementó fuertemente la cantidad de compañías que comenzó a despedir empleados más masivamente y/o que presentan el pedido de Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante el Ministerio de Trabajo. Según datos de la cartera laboral, en 2018 fueron presentados 146 PPC y durante los dos meses de 2019, 21.
La preocupación de las empresas es cada vez mayor y hay muchas dudas sobre las posibilidades de que en el segundo semestre el ciclo económico pegue la vuelta y el PBI comience a recuperarse.