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En Argentina y en el mundo, miles de personas sueñan con adoptar uno o varios niños. En Haití, a causa de su extrema pobreza, numerosos chicos son abandonados o quedan huérfanos y, como los trámites son sencillos y rápidos, muchos optan por el país caribeño.
Luego del terremoto, quienes esperaban por sus hijos tuvieron dos preocupaciones: en primer lugar, temieron por la vida de los pequeños y, en segundo lugar, por el tráfico de menores. Al mismo tiempo, surgió otro fenómeno: se multiplicaron los pedidos de adopción de niños haitianos, un deseo con fines filantrópicos que puede generar más caos en una situación sumamente delicada.
Es por eso que, pese a que Alemania, Holanda, Francia, España y Estados Unidos, entre otros países, aceleran los trámites la adopción de niños haitianos, Unicef recomendó que se 'congele' toda nueva adopción “durante la fase de urgencia”. En consonancia, la Federación de Asociaciones de Adopción Internacional (ADECOP) aconsejó: “Es el momento de cooperar. No de adoptar”.
Tales advertencias fueron desoídas por un grupo de 10 estadounidenses (cinco mujeres y cinco hombres), liderados por un pastor, que intentaron sacar de Haití 33 niños de manera ilegal. La mayoría de ellos, ni siquiera son huérfanos. Tienen entre dos meses y 14 años, los más grandes pudieron dar los nombres de sus padres, teléfonos y direcciones.
Los 33 niños habían sido secuestrados y los extranjeros fueron interceptados cuando cruzaban a República Dominicana, el sábado pasado. "Queríamos ayudar a los niños que han perdido a los padres o que estaban abandonados", justificó la portavoz del grupo religioso, Laura Silsby, en dependencias de la policía judicial de la capital haitiana.
Junto a los otros detenidos, todos evangélicos bautistas, trabajaban para la organización El Refugio para una Nueva Vida de los Niños (New Life Children's Refuge), con sede en Idazo. Todos alegaron una misión solidaria. (Ver documento (99.21 KB) -en inglés-)
Ahora bien, la ingenuidad de los evangélicos es poco creíble, puesto que la web de la organización New Life Children's Refuge ofertaba los niños en adopción "para buenas familias cristianas" estadounidenses en su web, aunque la página desapareció poco después de que se descubriera el escándalo y los 10 norteamericanos entrarán en prisión, donde serán juzgados por tráfico ilegal de niños.
Todo indicaría que la máscara religiosa y caritativa encubría el sucio negocio. "A una de las bebés tuvimos que llevarla inmediatamente a urgencias porque tenía pulmonía. Algunos llegaron deshidratados, con gripe o en estado de shock. Otra niña gritaba y gritaba y varios no podían ni hablar", ilustró Patricia Vargas, Coordinadora de Aldeas Infantiles para América Central y el Caribe, en Puerto Príncipe.
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Sin embargo, aunque Aldeas Infantiles no descarta la hipótesis de que fueron engañados, tampoco descree de la teoría de que fueron vendidos por sus padres, quienes, luego del escándalo, se habrían arrepentido y reclamaron a sus hijos. De demostrarse la maniobra, ellos también podrían ser encarcelados por tráfico de niños.
En tanto, Jeanne-Bernard Pierre, Directora del Instituto de Bienestar reconoció que el Departamento a su cargo está superado por los acontecimientos. Desde el 12 de enero, "todo está patas arriba, todo está desorganizado desde el 12 de enero y algunos se aprovechan para llevar a cabo una verdadera trata de menores", denunció.
La funcionaria ha sido alertada por diversas organizaciones de casos sospechosos, sobre todo en el sur del país. "Un solo hombre ha recogido 140 niños. Vamos a investigar estos hechos", informó.
Por su lado, mientras se resuelve la situación procesal de los norteamericanos, el Reverendo Clint Henry, que ejerce el ministerio el templo del que son feligreses algunos de los detenidos, dijo que rezará para que “las cosas se aclaren” (Vea el video de la conferencia de prensa que brindó a los medios del país del Norte) y reiteró el argumento con el que los detenidos han tratado de defenderse de las acusaciones.
Fuente: www.infanciahoy.com