Con fotos de National Geographic y la paleta original de Quinquela Martín restauran el pasaje Caminito
En 24 inmuebles se buscaron los colores utilizados por el artista cuando el paseo turístico se inauguró como un museo público al aire libre
Por primera vez desde su apertura en 1959 como un museo al aire libre, Caminito, uno de los íconos porteños, fue restaurando de acuerdo a la distribución cromática original que ideó el artista argentino Benito Quinquela Martín. El hallazgo de distintas imágenes de la época, entre las que se destacan algunas publicadas por la revista National Geographic en 1959, permitió intervenir y recuperar el patrimonio arquitectónico con la paleta de colores histórica que definía el paisaje a mitad del siglo pasado.
La puesta en valor del paseo permitió renovar la imagen de uno de los atractivos más emblemáticos de la Ciudad con trabajos de reparación y pintura sobre muros, balcones y fachadas de conventillos y otros inmuebles. Los trabajos también incluyeron la reposición del adoquinado, la fabricación e instalación de bancos y de las estructuras para el almacenamiento de las obras de los artistas que exponen en la feria.
La restauración fue realizada por la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal porteña, bajo la supervisión del Museo Benito Quinquela Martín. Participaron también el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad y la Subsecretaría de Gestión Cultural.
El rescate de la paleta cromática fue posible gracias a una destacada investigación ya que no había planos ni registros originales del autor. "Las fotografías nos permitieron estar seguros de cómo era esa primera apariencia que había tenido Caminito, la cual no se conocía hasta hace algunos años, puesto que la documentación fotográfica reunida era parcial. Con esa base, se delineó un plano de colores con el mayor rigor posible", remarca Víctor Fernández, director del Museo.
Los inmuebles intervenidos suman 24 en total y son lindantes con Caminito. Al tratarse de una calle situada sobre un antiguo paso del ferrocarril no hay puertas de acceso de las viviendas colindantes hacia el pasaje por lo que se trata de los fondos, paredones o medianeras de las casas que conviven de forma directa con el turístico paseo. Caminito había restaurado en 2017, aunque no con la profundidad y el detalle de este nuevo mantenimiento.
Una veintena de obras de arte sorprenden a los visitantes a lo largo de la calle, tales como relieves, bustos y pinturas murales. Como ejemplos, el mosaico Regreso de la pesca, de Benito Quinquela Martín realizada por Ricardo Sánchez; La canción, de Julio Vergottini; el Monumento al Bombero Voluntario, bronce de Ernesto Scaglia; y el busto de Juan de Dios Filiberto (autor de la música del tango Caminito), de Luis Perlotti.
Unos 30 artistas exponen en la Feria y cada uno cuenta con un espacio específico para exhibir sus obras. Alicia Benítez es la gerente de un local de artículos regionales donde trabaja desde mediados de los años 90. "Los colores pasteles no identificaban a Caminito, que siempre fue colorido, como los conventillos, y es lo que queremos que predomine. La gente viene por eso", opina. El muro trasero de su negocio luce ahora un verde intenso, recortado por rojos y celestes y coronado por una de las grandes piezas de arte que se distribuyen a lo largo de la calle: es la obra Regreso de la Pesca que sirve de telón de fondo a los turistas a la hora de retratarse.
El color de los muros de Caminito fue cambiando a través del tiempo, lo que se comprueba comparando fotografías de las décadas de 1950, 1960 y 1970, con numerosas versiones de la distribución cromática utilizada y en las que nunca aparecen todas las superficies pintadas. Recién a fines de la década de 1970 se realizaron intervenciones más completas, aunque con escasa frecuencia.
Hacia fines de la década del 90 los colores de varias de las casas principales se habían alejado tanto de alguna de las versiones que podrían considerarse originales o directamente atribuibles a Quinquela que se impuso la necesidad de realizar estudios y análisis capaces de recuperar las huellas de aquel legado. Entre 2000 y 2002 los trabajos a cargo de las arquitectas Nani Arias Incolla y Emilia Rabuini se constituyeron en la base de intervenciones posteriores.
En 2017, sobre esas bases, actualizadas con nuevos registros documentales y fotográficos, los equipos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, con la colaboración del Museo Benito Quinquela Martín, devolvieron a Caminito los colores que lucía en torno a la fecha de su inauguración. Este trabajo lo completó en 2019 la Fundación Proa y el museo.