Ataques caninos: el peligro que desvela a los carteros

Una muerte en Escobar visibilizó el problema, más frecuente en el Conurbano. Cuántos trabajadores fueron mordidos en un año y qué papel juegan las ART para que no salga a la luz. Informe 24CON.

 

En la sucursal que el correo privado OCA tiene en la localidad de General Pacheco, Tigre, se descubrió a principios de este año una placa con el nombre de Adrián Enrique Sánchez. El homenaje, costeado y realizado por sus propios compañeros, recuerda al cartero de San Miguel que trabajaba en esa sucursal y que, a los 31 años, murió luego del brutal ataque de dos perros, mientras intentaba realizar una entrega en el partido de Escobar

La noticia, que sorprendió por su desenlace extremo, puso al descubierto el peligro cotidiano que afrontan los empleados postales al salir a la calle, cuando algún animal callejero o sin control de sus dueños persigue enfurecido sus bicicletas y ladra ferozmente a sus bolsos. “OCA tiene cinco mil distribuidores y, en los 20 años que llevo trabajando de esto, fue la primera vez que ocurrió una muerte así. Pero sí son más que frecuentes los ataques de perros que derivan en heridas y mordeduras importantes, o provocan que el cartero se lastime o quiebre por salir corriendo”, explicó a 24CON Daniel Palladino, secretario general de la Asociación de Empleados Jerárquicos de Correos Privados (AECPRA).   

 

Pitbull le devoró el brazo mientras hacía ejercicio. ACÁ.


De acuerdo a esta entidad, entre agosto de 2011 y agosto de 2012 fueron reportados 254 casos lo suficientemente graves como para requerir parte médico y al menos dos semanas de reposo sin trabajar. A estos hay que sumarles los más graves que fueron a juicio, que son pocos pero no están contabilizados.

Aunque por estos días es extraño que las personas privilegien las cartas por sobre los E-Mails u otros medios electrónicos, la intervención de los carteros es inevitable, por ejemplo, para la entrega de documentos en los que hace falta la firma del destinatario. Es allí cuando tienen que acercarse a los domicilios, llamar a las puertas y exponerse a mascotas que no los conocen. Todos toman cursos obligatorios llamados “Higiene, Seguridad y Prevención”, que les enseñan cómo lidiar con agresiones de personas o animales, pero eso no garantiza que vayan a salir ilesos en todas las ocasiones de riesgo.

“Los problemas ocurren mucho más con perros de casas que con callejeros, y las razas más comunes con las que sucede son pitbull, rottweiler, dogo y dogo argentino, o sea, los que la gente educa mal o prepara para atacar”, señala Palladino.

En cuanto a los lugares de los ataques, aclara que “es más frecuente en zonas humildes de la Provincia y el Conurbano, donde hay más casas que edificios. Además, las casas tienen alambrados, no rejas como en Capital. Si el alambrado es precario o tiene algún hueco, es más peligroso cuando hay algún perro importante”.     

 


Les meten el perro

El trágico caso de Sánchez ocurrió el 29 de noviembre de 2012, cuando este cartero se acercó hasta la calle El Dorado, entre El Ombú y Los Claveles, del barrio El Triángulo de Ingeniero Maschwitz. Dos mastines napolitanos de una quinta de la zona, que estaban sueltos a pesar de su ferocidad, se abalanzaron sobre él y lo mordieron hasta matarlo. Un vecino lo vio y alertó a la Policía pero, cuando llegó el patrullero, encontraron a los animales custodiando el cuerpo “como un trofeo”, según se relató en su momento.   

Sin embargo, ni este episodio ni otros, con más suerte para sus protagonistas, suelen trascender en los medios. La mayoría, incluso, ni siquiera llega a la Justicia, por decisión de los mismos empleados. En este punto se pone en juego la intervención de las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo, que operan para concretar acuerdos económicos de palabra con los afectados, a cambio de que el asunto no pase a mayores ni se difunda públicamente.

La mafia que convierte a perros en asesinos feroces. ACÁ.


Según pudo saber 24CON, es común que estas entidades acuerden no denunciar estos casos, con el aval de las empresas de correos ya que, si las ART no se hacen cargo de resarcir al trabajador, deben hacerlo las compañías.  

De hecho, a pesar de los intentos, ningún cartero herido por perros quiso hablar con este medio, porque los acuerdos o litigios que están llevando adelante podrían verse perjudicados si lo hacen.

Algo similar ocurrió cuando se intentó establecer contacto con amigos y colegas del empleado de OCA fallecido, que dejaron comentarios en la noticia publicada sobre su muerte. “Soy cartero de la misma empresa, lamento mucho su pérdida. Basta ya de perros sueltos, dueños que los desconocen  o que tienen bestias así en sus casas. Tengo la suerte de tener sólo mordidas y ninguna grave, pero el tema cansa. Nadie se hace cargo y, si se quiere erradicar esta plaga, se nos tilda de asesinos. Perreras en las calles dando vueltas y sanciones duras para los dueños de perros que muerdan”, pidió uno, identificado como Pablo.

Otro mensaje, de una mujer, expresó: “Mi marido trabaja en la misma empresa de este muchacho, en Mar del Plata, y ya varias veces lo ha mordido un perro. Tengo mucho miedo de que lo lastimen mucho y quiero que se haga justicia por este pobre trabajador”.

“También soy empleada y la verdad es lamentable lo que le paso a nuestro compañero. La gente que tiene esa clase de perros se acostumbra a ellos y no toma la magnitud del peligro que son”, agregó otra, mientras que una allegada a Sánchez lo recordó con tristeza: “Es un amigo del alma y un ejemplo de persona. Esos perros de m… arruinaron una familia y lo asesinaron. Hay que hacer justicia, que paguen los dueños. Adrián no está más, pero se fue de este mundo sufriendo y dejando cuatro hijos, hermanos, mujer, padres, gente que lo quería mucho. No lo puedo creer”.

 

11 de abril de 2013