La Quinta de Olivos fue el epicentro en el Conurbano

En distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires se reunieron miles de caceroleros para protestar contra la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lo mismo ocurrió, de manera mucho más aislada, en lugares específicos del Conurbano bonaerense.

La mayor congregación del 8N fue en el barrio de Olivos, frente a la Quinta Presidencial donde en ese momento se encontraba la Primera mandataria reunida con parte de su gabinete.

Allí miles de personas con pancartas y banderas argentinas cortaron la Av. Maipú. En la región norte los cacerolazos también se escucharon en San Isidro (uno de los distritos más pudientes del país), y en el playón de la Estación de Tigre.

En Pilar, se reunieron en la Plaza 12 de Octubre, ya que desde temprano del jueves se repartieron folletos para convocar a la marcha en un sólo lugar, ya que en septiembre pasado también el punto de encuentro fue el kilómetro 50 de la Autopista Panamericana.

Algo similar ocurrió en Ramos Mejía, la excepción anti-peronista de La Matanza, en donde desde las 20 cientos de protestantes cortaron el tránsito en Av. de Mayo y Rivadavia, frente a la estación de trenes.

En zona Sur, la marcha se sucedió en los centros comerciales de Quilmes, Lomas de Zamora, en la plaza Alsina y Villa Domínico en Avellaneda, y en la Plaza Mitre de Monte Grande, entre otras localidades. En zona Oeste, además de Ramos, también se manifestaron en Morón, Moreno, General Rodríguez y Luján.

En líneas generales, las exigencias al gobierno fueron en reclamo de mayor seguridad, la quita del "cepo" al dólar, la negativa a la re re elección, no a los actos de corrupción, y la libertad de expresión.

08 de noviembre de 2012

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