Pidió que lo bañaran, pero se lo devolvieron rapado

Cuando lo vio dentro del salón para mascotas, no lo podía creer.

Casi que no lo reconoce. Y es lógico, la última vez que Snieguole Ghuman había dejado a su perro en una peluquería canina, tenía pelo. Cuando pasó a retirarlo lo encontró totalmente calvo, por lo que puso el grito en el cielo ya que sólo había pedido que lo bañen.


Ocurrió en Gran Bretaña. Al parecer, desde el salón explicaron que el gran ovejero blanco de nombre Simba, tenía el cabello tan enmarañado que hasta le sangraba la piel cuando intentaron desenredárselo.


 

“Su piel estaba rojo de sangre porque los nudos estaban tirando muy mal. Hago lo que es mejor para el perro y su bienestar y su felicidad”, fundamentó la encargada del local.


Lo cierto es que Snieguole pagó 70 libras (algo así como 500 pesos argentinos) el tratamiento de Simba. Es más, ahora dice que se vio obligada a dejar de caminar junto a su mascota durante el día porque le da vergüenza.

 

 

 

 

31 de octubre de 2012

 

 

 

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