Punta Tombo

La colonia de pingüinos más grande de Sudamérica

Medio millón de ejemplares llegan, cada septiembre, para disputarse las hembras y reproducirse. Peleas, cortejos y nidos al alcance de la mano en la costa chubutense.

Por María Clara Arias (Enviada Especial)

A 115 kilómetros de la ciudad de Trelew, Chubut, se ubica la colonia de pingüinos de Magallanes más importante de todo Sudamérica. El lugar que cobija a medio millón de ejemplares (en esta época del año) se llama Punta Tombo y es elegido por estas aves marinas para reproducirse.

Los pingüinos de Magallanes son una de las 17 especies de pingüinos en el mundo, miden alrededor de 45 centímetros y pesan unos 5 kilos en su adultez, por lo tanto no son ni la especie más pequeña ni la más grande.

Estas aves marinas son de color blanco y negro, y se caracterizan por tener un doble collar de color negro, algo que los diferencia de otras especies.

 

Los pingüinos de Magallanes se reproducen en tierra, donde también incuban los huevos, nacen los pichones y cambian el plumaje, mientras que en el mar es donde se alimentan y el ambiente en el cual realizan sus viajes migratorios.

24CON viajó a Punta Tombo y habló con el guardafauna del lugar, Roberto Rafa, quien se dedica a preservar parques nacionales hace 23 años y cuida de esta reserva hace siete. “Rafa”- así le dicen- explicó que “en septiembre comienzan a llegar los machos, regresando a los nidos que abandonaron la temporada anterior y las hembras llegan un día después, ahí empiezan las disputas entre los machos y luego la reproducción”.

Las hembras ponen dos huevos, de similar tamaño y peso, que nacen en noviembre con cinco días de diferencia entre sí. “Después del período de crecimiento de diciembre a febrero, cambian el plumaje y emigran en busca de alimento hacia el norte”, contó.

Durante seis meses, los pingüinos viven completamente en el agua, alimentándose de anchoas y fortaleciéndose para la próxima temporada de reproducción. Algunos, incluso, llegan a latitudes cercanas al sur de Brasil.

En diálogo con 24CON, la guía de turismo Paula Ortíz aclaró que “son muy torpes en tierra pero hábiles en el agua. Entre ellos son agresivos cuando pelean por la hembra pero no llegan a matarse”. Un dato curioso de esta especie es que son monógamos, es decir, tienen una sola pareja y forman una familia estable. Sin embargo, hay casos en los que la hembra cambia de macho por una mejor oferta de nido: “Es como todo en la vida, la madre siempre piensa en sus hijos, entonces se queda con el que le ofrezca un nido mejor para los pichones”, aclaró Paula a 24CON.

La particularidad de Punta Tombo es que el turista cuenta con la oportunidad única de avistarlos a metros (o centímetros) de distancia. Los pingüinos caminan, se cruzan por los senderos en los que desplaza la gente y se dejan ver de muy cerca. Sólo hay que tener cuidado de no acercarse demasiado, ni de intentar tocarlos porque, como todo ser vivo, protege su familia y ante la posibilidad de verse amenazado puede ser muy agresivo.

“La gente tomó conciencia, las escuelas y los medios de comunicación le están dando hincapié a la importancia de preservar el lugar, y que la gente pueda valorar y cuidar lo que tenemos, nuestra naturaleza, nuestros animales, es lo más importante y mejoró mucho”, expresó Rafa.

El guardafauna, tras siete años en Punta Tombo, partirá a al Parque Nacional de Caleta: “Yo estoy hecho, hay que ir a otro parque para seguir aprendiendo otras cosas y también mejorar su conservación.  Cambio los pingüinos por las orcas, sigo viendo animalitos de color blanco y negro pero en otro tono”, concluyó entre risas uno de los hombres que más sabe de pingüinos en el mundo.

Jueves 27 de Septiembre de 2012

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