"Si esta historia genera conciencia, me doy por contento"
Así lo manifestó el actor Ricardo Darín, sobre el nuevo filme de Pablo Trapero "Elefante Blanco".
“Si la película genera un movimiento interno de sensibilización me doy por contento”, aseguró Ricardo Darín sobre “Elefante Blanco”, el nuevo filme de Pablo Trapero que narra la lucha de dos curas y una asistente social por mejorar la calidad de vida de los habitantes de una villa miseria.
“Si esta historia genera un movimiento de sensibilización para que se tome conciencia que las villas están plagadas de gente trabajadora que rema contra la corriente para alimentar a sus hijos, me doy por contento”, afirmó Darín a Télam y a otros medios de prensa.
“Elefante blanco” aborda con un tono realista la historia de dos curas villeros, Julián (Darín) y Nicolás (Jérémie Renier), que trabajan junto a una asistente social (Martina Gusmán) en una villa de Buenos Aires luchando día a día para resolver los problemas sociales del barrio.
A través de crudas escenas que reflejan la lucha diaria de estos sacerdotes que deben enfrentarse a peligrosas situaciones en un contexto hostil donde arriesgan su vida por defender su compromiso y lealtad con los más necesitados, la película sobrevuela la historia y obra del padre Carlos Mugica, asesinado por fuerzas paraestatales el 11 de mayo de 1974.
“Tengo la sensación que hablar del padre Mugica es un poco petulante de mi parte, prefiero hablar de los sacerdotes que nos asesoraron. Son ellos quienes trasladan su espíritu hasta acá”, afirmó Darín.
“Creo que más allá de las diferencias, las personas con las que nos hemos cruzado en este camino y quienes hacen este trabajo están directamente relacionados con la figura de Mugica, su pensamiento y su sentimiento”, expresó el actor que brilló en filmes como “Nueve reinas”, “El hijo de la novia”, “Luna de Avellaneda” y “Un cuento chino”.
En tanto, Gusmán, quien también compartió dupla con Darín en el filme “Carancho” bajo la batuta de Trapero, agregó que “en esta historia, la villa es un personaje más”.
“El compromiso de esa gente en `Elefante blanco` no se limita sólo a las participaciones durante algunas escenas sino que para los trabajos que surgían durante la filmación, en lugar de llamar a personas de afuera, se contrataba a los vecinos”, detalló el director de “Leonera”.
El filme será parte, desde el miércoles, de la 65ta. edición del Festival de Cine de Cannes donde, como parte de una nutrida delegación argentina, podrá verse en la sección Una cierta mirada.
En cuanto al título de la película, que se estrenará en la Argentina el jueves 17, hace referencia a la locación principal del filme, un edificio con una estructura casi abandonada cuyo destino era devenir en el hospital más grande de América latina, ubicado en la Villa 15 del barrio porteño de Villa Lugano.
“El edificio es una síntesis de la historia argentina reciente. Es una construcción de una gran solidez que sigue en pie más allá de las idas y vueltas que experimentó su proceso de construcción, y lo absurdo es que no se haya permitido que la gente lo ocupe”, detalló el actor que protagonizó la multipremiada “El secreto de sus ojos”.
Es que el proyecto para la construcción de este edificio data de 1937, un sueño del senador socialista Alfredo Palacios retomado por Juan Domingo Perón y siempre interrumpido por los vaivenes de la historia nacional.
”El lugar tiene muchas señales históricas, es impresionante que se haya diseñado una ciudad, una villa alrededor de esa especie de tótem que nos muestra lo que podríamos ser y no nos decidimos a serlo”, puntualizó el actor.
Por su parte, Trapero agregó que “la presencia de esa locación atraviesa y marca la trama. El edificio no estaba en el guión original, surgió como parte del proceso de producción, fue un amor a primera vista y no podía faltar”.
“Aunque era problemático filmar allí porque desde las condiciones edilicias no resultaba muy seguro hacerlo, el `Elefante blanco` se volvió protagónico al momento de hacer la película”, abundó el director.
Sobre el trabajo en el lugar, Ricardo reveló que “terminé teniendo un asistente natural, un chico de 10 años llamado Lucas que aparece en distintos momentos de la película, quien desde el primer momento se hizo cargo de mi seguridad personal y en una oportunidad cuando venían los chicos a pedirme una foto, les dijo: `Paren, él está trabajando".
“Al principio -confió- teníamos una prevención, pero afortunadamente todo lo que ocurrió fue natural y creo que la sabia idea de que los habitantes del lugar formaran parte de la historia, les hizo sentir, creo que con razón, que estaban formando parte de algo y entonces los caminos se abrieron mágicamente”.
De este modo, Darín apuntó que “lo que íbamos sintiendo día a día era la fusión: no sólo ellos sabían cómo nos llamábamos, sino que nosotros ya también sabíamos cómo se llamaban ellos. Eso generó un clima de trabajo realmente distinto, muy positivo”.
El elenco del filme se completa con el actor belga Jeremie Renier, protagonista del filme “El niño de la bicicleta”, de los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne.
“En el guión estaba el personaje del `cura gringo´, esta especie de discípulo de Julián y sabía que tenía que encararlo alguien de afuera, me acordaba de las películas de los Dardenne donde él actuaba y como nos conocemos y ellos siempre fueron muy cariñosos hacia mis productos, los llamé y me alentaron a convocarlo”, contó Trapero.
Para Darín, “Renier fue increíble, el español no era su segunda lengua y no lo tomó como una repetición musical de un idioma, aprendió -incluso- las pequeñas diferencias, las inflexiones barriales y si debíamos empezar a filmar a las 10 de la mañana -resaltó- él a las 7 ya tenía un encuentro con la coach de español”.
11 de mayo de 2012