Milito volvió al Rojo: "Estoy para jugar el miércoles"

Tuzzio, Galeano, Matheu, Julián Velázquez. Independiente no necesita otro zaguero central. Pero si se trata de Gabriel Milito, siempre será bienvenido. Uno de los dos ídolos que el Rojo tiene con vida futbolística regresa al club que lo vio nacer.

El Gaby ya hace un tiempo bastante largo que no tiene muchos minutos en cancha en Barcelona. De hecho, para esta temporada, Pep le informó que prácticamente no sería tenido en cuenta en el mejor equipo del mundo.

Ante esta situación, pese a tener ofertas de clubes como Roma (Italia), Galatasaray (Turquía) y Zaragoza (España), el Mariscal apuntó a cerrar su salida de Barcelona y regresar a Independiente.

En principio, se especuló que Independiente utilice el dinero que ingresó al club por el pase de Agüero a Manchester City, pero aparentemente no hará falta que el Rojo haga semejante inversión.

Luego de varias reuniones entre el apoderado legal de Milito y los dirigentes Culés, Barcelona informó que rescindió el contrato del Gaby y el jugador firmó su vinculación al Rojo esa misma tarde de jueves. El defensor firmó por tres años y prometió jugar en el Diablo hasta su retiro.

"Tenía el deseo muy grande de regresar al país, de volver a mi casa, tenía la necesidad de volver a Independiente y finalmente se pudo concretar", contó Gaby y agregó: "Es un día muy especial. Muy emotivo, porque siempre soñé con regresar y es un sueño hecho realidad", graficó.

"A este club le debo mucho, gracias a este club aprendí como jugador y como persona. Y creo que era un gran momento para volver (...) Mi primer gran objetivo era regresar. Después, los objetivos acá son siempre los mismos: pelear por todos los títulos", sentenció.

Finalmente, el Mariscal hizo referencia a la derrota del Rojo en Japón en la última Suruga Bank. "Las sensaciones a pesar de la derrota son buenas. No es fácil jugar contra un equipo japonés y con la temperatura que se jugó ayer", concluyó.

Milito debutó en Independiente en 1997 y jugó allí hasta 2003, año en el cual emigró a Europa para ponerse la camiseta de Real Zaragoza, luego de una novela con Real Madrid que no tuvo final feliz. Las vueltas del destino hicieron que cayera en la némesis del club Merengue: FC Barcelona. Allí tuvo buenos desempeños, pero las graves lesiones en sus rodillas no le permitieron tener la continuidad esperada.

El Mariscal fue campeón con el Rojo en el Apertura 2002. Con Zaragoza se consagró de la Copa del Rey y la Supercopa de Espeaña. En Barcelona ganó tres Ligas, dos Supercopas de España, una Copa del Rey, dos Champions League, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.