El público se quedó atónito, en silencio y con la sorpresa clavada en la expresión de su cara y no es para menos. Un borracho espectador saltó a la pista y corriendo se subió a un avión con el que demostró sus aptitudes de vuelo.
Un clásico de los festivales aéreos en EEUU es el show del piloto borracho que ante los incrédulos espectadores hace lo que se le ocurre con un pequeño avión monomotor.
El público se queda pasmados viendo el show, esperando que en cualquier momento la pequeña aeronave se estrelle contra el suelo, a la vista del caótico vuelo ejecutado por el piloto, teóricamente, ebrio.
Sin embargo, hay muchas horas de vuelo y una cuidada planificación detrás de esta rutina semiacrobática, que a diferencia de la acrobacia deportiva, se realiza muy cerca del suelo.
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El animal pasó 15 horas encerrado en el contenedor por culpa de la cruel "broma".
El hecho sucedió este domingo cuando un remolino tomó unas llamas que se expandían por un pastizal seco.