Un informe preliminar dudoso, siete vainas alrededor del cadáver de la víctima y la ausencia de una voz de mando en el operativo, obligan a revisar el caso de Emiliano Martinó, un comerciante de Ramos Mejía que resultó muerto en un confuso episodio. Asimismo, la declaración de los delincuentes, la mujer y el padre de la víctima, complican la versión de la bonaerense.
Martinó junto a su familia. |
“No disparen que es mi marido”, gritó la mujer de Emiliano Martinó (33) desde la ventana del primer piso. La súplica fue dirigida al móvil policial que había llegado a toda velocidad a su domicilio, ubicado en Beruti 98, Ramos Mejía.
Minutos antes, el propio Emiliano le había dicho a los oficiales desde la puerta de su hogar “está todo bien”, pero no le creyeron y se quedaron en el lugar atentos a los movimientos de la casa. Hasta que, poco después, cinco delincuentes salieron con Martinó, a quien tomaron como rehén y lo obligaron a conducir su camioneta Peugeot Partner.
Lejos de acatar el ruego de la mujer, los agentes abrieron fuego y una loca persecución comenzó a rodar por las calles del barrio que terminó con la muerte de la víctima y un delincuente abatido.
Sucedió un mes atrás (el 14 de junio pasado) y, aunque el gobernador Daniel Scioli se apuró a afirmar que la bala que mató al comerciante no provino de las Fuerzas de Seguridad, aún no existe pericia que avale tal aseveración.
“Más allá de dónde provino la bala, lo que estamos pidiendo es que se investigue el accionar de la policía porque consideramos que no protegieron la vida del rehén”, dijo Alberto Fornaro, el abogado de la familia Martinó, a 24CON. En ese sentido, aclaró: “Nuestra intención no es favorecer a los delincuentes (cinco integrantes de una banda de Fuerte Apache, dueños de un frondoso prontuario), sino que se conozca la verdad. Creemos que hubo falta de profesionalidad de la policía”. Y remarcó que “sería imprudente decir que lo mató la Bonaerense cuando no se conocen los resultados de las pericias balísticas porque no se han realizado”.
La camioneta de la víctima. |
Sin embargo, existen ciertos indicios que ponen en duda la carátula impuesta a los delincuentes, acusados de “homicidio en ocasión de robo”. “Si bien aceptaron su culpabilidad en el hecho, negaron haber matado a Emiliano y afirmaron que no efectuaron disparos e, incluso, todavía no se acreditó que la bala haya provenido de las armas que llevaban”, detalló Fornaro.
Como si esto no fuera suficiente para profundizar la investigación, hoy, el padre del comerciante asesinado declaró en la fiscalía que sigue el caso (UFI Nº5 de La Matanza, a cargo de Silvina Cano) que, cuando llegó al lugar del hecho, un agente de la bonaerense le dijo: “Hay dos delincuentes muertos, quédese tranquilo”. Uno de los occisos era su hijo, víctima inocente.
Por último, el abogado anunció que en los próximos días declararán varios testigos del hecho. “No lo hicieron antes porque tenían miedo”, indicó.
Dudas en la pericia balística
24CON tuvo acceso a la causa y pudo observar en detalle el llamado “informe preliminar” que utilizó Scioli para argumentar su respaldo a la bonaerense en el caso. Dicha “pericia” se realizó a la bala que ingresó por la espalda de Martinó y le provocó la muerte. El informe, realizado el mismo día en que mataron al comerciante, en la oficina pericial de Lomas de Zamora, concluye que “las características del proyectil examinado coincide con una pistola marca Taurus con numeración suprimida” por lo que se supuso que habría sido disparado de una de las armas que fue secuestrada a los delincuentes.
Scioli aseguró que Martinó fue asesinado por los delincuentes. |
No obstante, los investigadores se preguntan cómo lograron los peritos encontrar la “huella” de la bala cuando el proyectil alojado en el cuerpo del comerciante estaba fragmentado en tres partes. Especialistas en balística informaron a este medio que, para poder hacer la pericia, el plomo debe estar entero.
Por otro lado, otro de los argumentos esgrimidos por el Gobernador para defender a los efectivos, tiene que ver con el hecho de que, si bien, la camioneta donde escapaban los delincuentes con el rehén, presenta tres impactos de balas “de afuera hacia adentro”, ninguno de ellos perforó el habitáculo. Esta hipótesis da por hecho que el comerciante fue asesinado en el interior del vehículo pero nada dice de las 7 vainas que se encontraron alrededor del cadáver. Todas ellas, producto de la balacera desatada por la policía.
Es difícil imaginar que los delincuentes, acorralados por la policía, hayan matado al conductor del vehículo y luego lo arrojaran a la calle. De hecho, luego de que Martinó cayó al asfalto, la Partner continuó su recorrido y se detuvo, a una cuadra, con un poste de luz. Antes, los ladrones imitaron al rehén y se arrojaron del automóvil.
Es probable que, Martinó se haya tirado de la camioneta en movimiento por su propia voluntad, en un intento de escape y que haya sido alcanzado por una de las balas de la policía. Aunque, hasta el momento, es sólo una de las hipótesis que investiga la fiscalía.
Por lo pronto, la familia de la víctima se conforma con dilucidar el accionar de los agentes, respecto a la preservación de la vida del rehén.
Empero, llama la atención que todos policías implicados en el caso negaron haber visto a Martinó.
El 911, un descontrol
La bonaerense fue alertada del hecho a través de la llamada de un vecino al 911. El alerta tuvo una rápida respuesta de la Policía, pero pone en tela de juicio el sistema ya que, los móviles (alrededor de 15) de los destacamentos de Lomas del Millón, Lomas de Zamora, Don Bosco y Ramos Mejía acudieron al lugar del hecho sin ningún jefe que guíe el operativo y sin ninguna indicación específica. Es decir, sin una voz de mando que ordenara la situación de toma de rehenes. Y, si bien, la mujer del occiso avisó al primer móvil que su marido estaba siendo obligado a manejar la camioneta, es probable que los móviles que se sumaron a la persecución no conocieran la situación.
Los números de la causa
-El llamado “informe preliminar” se ejecutó sobre 18 armas, 14 de los efectivos bonaerenses y cuatro de los delincuentes.
-En la persecución participaron alrededor de 15 móviles y 30 policías.
-7 vainas servidas se hallaron alrededor del cuerpo de Martinó, tendido sobre el asfalto de la calle Pringles.
15 de julio 2010