Kicillof, tocado: autocrítica y mensaje a la Rosada

Un baldazo de agua helada. Ese fue el efecto que produjo en el gobierno bonaerense la derrota que sufrió el domingo la lista del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, un resultado que no aparecía en ninguna de las encuestas previas y que para Axel Kicillof obliga a una autocrítica y a poner más énfasis en medidas económicas de impacto directo.

"Evidentemente tenemos que rever y repensar las estrategias. Hay algo de nuestro laburo que a la gente no le llegó", decían anoche en el círculo íntimo de Kicillof en el viaje de vuelta a La Plata desde el búnker del FdT en Chacarita.

Allí, el gobernador bonaerense se subió al escenario junto a Cristina Fernández, el presidente Alberto Fernández y los candidatos. Su cara mostraba el impacto que la derrota, después de un día que arrancó con todo el folclore de la ceremonia de votación en La Plata, siguió con la vigilia en la residencia oficial e incluyó un breve festejo militante en las calles de la capital bonaerense, poco antes de que se conocieran los resultados oficiales.

Durante la tarde, Kicillof siguió con algo de ansiedad las novedades que iban llegando de la jornada de votación. Hubo llamadas telefónicas permanentes con intendentes y referentes territoriales para intentar tomar el pulso de los distritos. Hasta que dejó la residencia oficial, poco antes de las 20, nada hacía pensar en una derrota.

Aunque en la Gobernación evitaban anoche hacer interpretaciones apuradas del resultado, la primera impresión era que el triunfo de la oposición en territorio bonaerense es "un llamado de atención importante". "Nos votaron para cambiar la realidad y la pandemia no nos dejó hacer todo lo que queríamos", remarcaban los voceros de la Provincia.

Kicillof cree que la economía y el bolsillo jugaron un papel clave. "Claramente, la reactivación no llegó a todos los sectores", dicen en el Gobierno, donde creen que todos los esfuerzos de ahora en más tienen que concentrarse en ese plano.

Por eso, desde La Plata mandaban anoche un mensaje claro a la Casa Rosada. "La oleada de derrotas nos muestra que esto es un llamado de atención muy importante. Nos esforzamos para mostrar en la campaña todo lo que hicimos en términos sanitarios y de acompañamiento a los bonaerenses, pero sin plata en el bolsillo de la gente es muy difícil", repetían.

En los despachos políticos de la Gobernación había quienes hacían otras lecturas, apoyadas en análisis del componente sociológico del voto. "Ganamos bien en el segundo cordón del conurbano. Pero en el primer cordón, donde el votante es más parecido al porteño, perdimos en muchos distritos importantes. Esto tiene que ver con la idea del AMBA, que se instaló con mucha fuerza en la pandemia. Eso nos diluyó la agenda bonaerense", explicaban.

Con esos datos, a partir del lunes la idea es concentrarse en el análisis fino de los resultados en el mapa territorial. "Necesitamos leer muy bien por qué se perdió en cada uno de los distritos para saber cómo podemos revertirlo", dicen.

Ahora, dicen, hay que sacar "todos los fierros" a la cancha para revertir el resultado en noviembre. "Hay que hacer todos los esfuerzos que estén al alcance. La reactivación no llegó a todos los sectores, no podemos confiar en eso solo. Desde la Provincia lo vamos a hacer, con los pocos resortes que tenemos. Hay que darle a la sociedad lo que nos está pidiendo".