¿Dark es ciencia ficción, o son verdaderamente posibles los viajes en el tiempo?
Mirá la increíble historia de George Van Tassel, el norteamericano que aseguró que es posible viajar en el tiempo, que el gobierno de ese país lo sabe y practica desde los años 70, y que murió en sospechosas circunstancias.
Para quien aún no lo sepa, Dark es una serie de televisión web alemana de suspenso y ciencia ficción creada por Baran bo Odar y Jantje Friese, que es furor en Netflix en las últimas semanas.
Situada en la ficticia ciudad de Winden (Alemania), Dark narra la desaparición de un niño en el contexto de viajes en el tiempo producto de varios factores de física cuántica.
¿Esto es posible o es pura ciencia ficción y afiebrados pensamientos? Mirá cómo fue la historia impactante de George Van Tassel nació en Jefferson, Ohio, Estados Unidos, en 1910. Trabajó en un pequeño aeropuerto municipal cerca de Cleveland; obtuvo una licencia de piloto, y a los 20 años se mudó a California.
Allí conoció a Frank Critzer, un alemán que afirmaba estar trabajando en una mina, cerca de Giant Rock, una roca de 7 pisos cerca de Landers, California. Critzer estuvo bajo sospecha como un espía alemán durante la Segunda Guerra y fue asesinado por una explosión de dinamita durante un asedio policial en 1942.
Van Tassel describió al Integratron como creado para la investigación científica y espiritual con el objetivo de recargar y rejuvenecer las células de las personas, "una máquina del tiempo para la investigación básica sobre rejuvenecimiento, antigravedad y viajes en el tiempo".
La estructura de madera abovedada tiene un aparato de metal giratorio en el exterior que llamó un "dirod electrostático". Van Tassel afirmó que estaba hecho de materiales no ferromagnéticos: madera, hormigón, vidrio y fibra de vidrio, que carecían incluso de tornillos o clavos metálicos. El Integratron nunca se completó en forma absoluta debido a la repentina y sospechosa muerte de Van Tassel unas semanas antes de la apertura oficial.
LA ACTUALIDAD
Según sus actuales administradores, la estructura de 11,5 metros de altura por 16,7 de diámetro, utiliza las propiedades curativas de lo que se conoce como "geometría sagrada", que comparte con famosos edificios como la Basílica de San Pedro.
El 'Integratron' abre sus puertas a quienes quieran escuchar los sonidos que emanan de una docena de vasijas de cuarzo manipuladas por un guía, durante cerca de una hora.