A plena luz del día, Carlos llegaba a su casa del barrio Nuevo Banfield con sus dos hijos. La nena mayor descendió del auto y allí fue cuando el hombre fue a buscar al nene que dormía en el asiento trasero.
En ese momento, apreció el ladrón que le exigió las llaves de su auto a punta de pistola, algo que él accedió para que se vaya rápido y así despejar el peligro que rodeaba a sus chiquitos. "De tantas veces que nos robaron quise que el flaco se vaya lo más rápido posible", le contó a Crónica la víctima.
"Mi casa está cerca de la esquina así que yo no lo veo al ladrón porque estoy buscando al nene que está durmiendo. Lo veo ya cuando me apunta", relató y agregó que al ladrón le llamó la atención la calma con la que se enfrentó a la situación: "Por esa tranquilidad me decía que era policía".
"Estamos con mucho miedo todo el barrio está igual. En cinco años me robaron 5,6 veces a mano armada", finalizó Carlos que recuperó su vehículo porque fue abandonado a las pocas cuadras.