Celeste Muriega, la bomba que conquistó a Matías Alé
Defiende al actor y dice que "hay mucho gato dando vueltas". Jura que no viene "del palo del conventillo" pero trata de vieja a Silvina Escudero y le pega a las Xipolitakis. Su historia.
Hasta el momento, en el ámbito local se la conocía por algunos pequeños papeles como actriz en los sketches de Pablo y Pachu en “Showmatch”, “Don Juan y su Bella Dama”, “Casi Ángeles”, “Un año para recordar” y algunos otros. Pero, sobre todo, muchos admiradores de la belleza femenina la recuerdan por haber sido bailarina en “Pasión de Sábado”, de esas que el director muestra “desde abajo” con botas altas y polleras hiper-cortitas.
Después de hacer temporada de verano con Marcelo Iripino en Mar del Plata, y a pesar de que ella jura que es cultora del perfil bajo, su irrupción mediática se dio cuando Ricardo Fort – su actual jefe y compañero en la obra “Fortuna 2” del teatro Premier – dijera en la noche de su retorno al boliche Esperanto, con algunas copas de más y frente a una cámara indiscreta, que Celeste era “la novia de Matías Alé”. Rápidamente, las ofertas para aparecer en la tele le llovieron, y la chica lo aprovechó.
- ¿Ricardo te mandó al frente?
- Lo que pasa es que tengo mucha relación con él, mucho feeling. Es verdad que soy una de sus preferidas: lo quiero un montón y él quiere lo mejor para mí. Entonces me presentó a Matías, el día que fue a ver “Fortuna”, y después fuimos todos a comer y pegamos onda con Mati. La unión la hizo Ricardo porque Mati también lo aprecia mucho: él le salvó la pierna cuando tuvo el problema en los ligamentos y desde entonces se llevan muy bien.
- ¿Pero al final qué pasó entre vos y Matías?
- Lo estoy conociendo, pero no soy la novia, siempre lo aclaro. Ricardo dijo lo que dijo porque me carga, nos matamos de la risa todo el tiempo con esas cosas. Mati es divino, un caballero y excelente persona.
- Las chicas que lo bardean lo hacen con otro fin, lo utilizan para tener prensa. Yo esto no lo busque, surgió por el video de Esperanto, y no me interesa estar en los medios por algo así. Ni tampoco conocí a Matías para eso: somos los dos solteros y estoy tranquila. Por eso digo que hay mucho gato dando vueltas.
- Epa… ¿Lo decís por alguien en especial?
- No, en realidad me pareció de cuarta lo de las Xipolitakis, que dijeron que las invitaba a cenar y después tenían que pagar ellas la comida. Una se da cuenta de que eso es mentira, sé cómo son las cosas. Me da bronca porque él no se lo merece. Ojo, tampoco voy a despreciar una invitación a un programa, pero lo utilizo para aclarar que no soy la novia, porque no necesito colgarme de él. Llegué a actuar y bailar con Iripino y en “Fortuna” a través de un casting, como corresponde. Yo no vengo del palo del conventillo.
- Igual, cuando te invitaron a “Animales Sueltos” no te dejaron hablar, y te quejaste en tu Twitter…
- Me pareció un bajón cuando Ivana Pallioti me hizo una pregunta y después siguió hablando sola y no me dejó contestarla. Yo soy una persona respetuosa. Hay que ser más educado y más compañero.
- Dicen que te parecés mucho a Silvina Escudero. ¿Te molesta que te comparen?
- Ricardo dice que le da impresión verme, porque le parezco idéntica. Todos me comparan, incluso en la parte actuada de la obra hacen un chiste y dicen que soy “como Escudero, pero menos quilombera y más gauchita”. A mí me molesta un poco porque no me gusta cómo es Silvina, ni como persona ni físicamente. Es mucho más grande que yo, le veo cara de gente grande y yo tengo más cara de nena. Igual me cago de risa con esto.
- ¿Cómo fue tu experiencia en Europa?
- Yo hago campañas en gráfica hace como cinco años, pero arranqué con el baile desde antes y me fui allá a hacer danzas con una banda. Pero la gente era muy fría y necesité volverme. Extrañaba la calidez de los argentinos, y sobre todo a mi familia.
- En YouTube hay videos tuyos de “Pasión de Sábado” donde no se te ve la cara…
- Sí, me reconocen por el culo (se ríe). Estoy conforme con todo mi cuerpo, por eso nunca me hice cirugías, me gusta lo natural. Siento que las chicas operadas están todas iguales.
- ¿Pero la cola es lo que más te elogian?
- Los hombres elogian todo. Estamos en un país en donde los hombres son muy… bueno, mejor no digo nada, porque después salen estas declaraciones, las veo y pienso: ¡¿por qué dije esto?!
- Digamos que los hombres argentinos se calientan muy fácilmente…
- Claro, exactamente. Digámoslo así.
- ¿A dónde te gustaría llegar en el espectáculo?
- Como estudié mucho comedia musical, lo que verdaderamente amo es bailar. Para actuar no tuve muchas posibilidades, solamente algunos bolos. Siempre quiero seguir creciendo en todo, pero por ahora estoy súper conforme con la obra, su despliegue y su escenografía. Me atrevo a decir que es la mejor de calle Corrientes, a nivel producción.
- ¿A qué bailarina de trayectoria te gustaría parecerte?
- No sé si me gustaría llegar a donde llegó, pero me encanta Valeria Archimó, porque se rompió estudiando. Pude verla en el escenario y me dejó con la boca abierta. Por suerte, tuve la oportunidad de decírselo. No haría la misma carrera que ella, pero al menos me siento un poco identificada, en el sentido de que ella también se preparó mucho para llegar.