La actriz de Transformers pintaba para ser la nueva estrella de Hollywood, pero una serie de desavenencias y su mala actitud la sacaron del negocio. Ahora vende su propia ropa interior
Hace 10 años, la actriz Megan Fox era LA nueva estrella de Hollywood que había saltado a la fama como "la bomba" de Transformers, la película de Michael Bay que generó nada menos que cuatro secuelas una década.
Sin embargo, a veces las ínfulas les juegan una mala pasada a estos intérpretes y esto, sumado a un talento que a veces no acompaña, arruina una carrera. En el caso de Fox, no sólo se peleó con Bay en el rodaje de la segunda parte de Transformers (lo que la dejó automáticamente afuera de la tercera entrega) sino que sus dos primeros films como protagonista, Diabólica Tentación (Jennifer´s Body, 2009) y Jonah Hex (2010), fueron un absolutos fracasos.
Tras contraer matrimonio con el actor Brian Austrin Green en 2010, Megan se dedicó a la maternidad (tuvo tres hijos desde entonces), y por eso sólo se la pudo ver ocasionalmente en papeles secundarios. Sólo la rescató del olvido el propio Michael Bay en las dos entregas de Las Tortugas Ninja.
Por eso, y siguiendo el ejemplo de varias de sus colegas, ahora Megan se ha convertido en una exitosa empresaria, que promociona y vende su línea de lencería a través de las redes sociales. Ella misma "le pone el cuerpo" a su trabajo, publicando fotos enfundada en estas prendas.