Repudio al acto escolar que habla de dólares y cacerolas

Alumnos de segundo grado de una escuela de Santa Fe realizaron un acto e inmediatamente estalló la polémica. En la representación, llamada “La que no podía amar”, se trataban temas como la división entre ricos y pobres, la compra de dólares y el cacerolazo.

"Rosaura", el personaje principal de la obra, intenta hacerse de dólares para sacar de la cárcel a su sobrino. Pero su abogado le advierte: "Rosaura tenemos un problema, la Presidenta achicó la cantidad de dólares que se pueden comprar, y se complica".

Entonces, la protagonista realiza un descargo polémico: "¿Cómo es posible? ¿A quién se le ocurriría tener a una Presidenta que prohibiera a su población tener dólares? Tenemos que hacer algo Bruno, preparemos un cacerolazo ya mismo".

"Rosaura, cálmate un poco, nuestro país maneja el peso y pensar en nuestra moneda es algo muy lógico", explica el abogado, mientras que la mujer le pide que abandone "esas ideas de patriotismo barato, ¿acaso estás de acuerdo con lo que le hicieron a los pobres españoles quitándole YPF? Esta Presidenta en lo único que piensa es en los chicos pobres, ¿y qué hay de los ricos?".

En el cierre de la obra, la mujer intenta matar al abogado de un balazo y exclama: "Mi plan fracasó. Me di cuenta que vivo en un país donde sólo se piensa en la gente pobre, reciben planes que lo único que hacen es fomentar la vagancia. Yo sólo quería ser más rica". En el epílogo, la conclusión que se oye es "así como la ambición mató a Rosaura, no pensar en los pobres y no perseguir justicia... ojo, pueden matar un país. Valoremos lo nuestro y seamos libres por fin".

A partir de la difusión de la obra a través de las redes sociales, el repudio general no se hizo esperar. Por su parte, desde el Ministerio de Educación provincial elevaron una denuncia a la Defensoría del Niño y se están averiguando las responsabilidades dentro del colegio.

La ministra de Educación Letizia Mengarelli sostuvo: "No tiene que ver con el contenido del mensaje, sino con la exposición de los niños, y por los roles a los que se los obliga a participar. Esos roles no son decididos con los niños. Cada vez que se monta una escena teatral hay un trabajo, pero obviamente los personajes que los niños se vieron obligados a interpretar no son personajes que podamos tolerar como objeto de una representación escolar".

"La ideología que cada uno sostenga o las ideas con las que esté de acuerdo no se ponen en juego a la hora de trabajar con los niños. Deben ser protegidos y respetados en sus derechos", concluyó la ministra.

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22 de noviembre de 2012

Fuente: Infonews

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