Maestro propuso un "juego" para golpear a un alumno
El profesor de gimnasia dejó que le aplicaran un "capotón furioso" a un nene que hizo mal un ejercicio. Fue denunciado por el padre.
La violenta golpiza que recibió un nene de 11 años, por parte de sus compañeros de colegio, puso en alerta a las autoridades educativas de la provincia de Tucumán y de todo el país, al sacar a la luz una perversa práctica escolar dada a conocer como “capotón furioso”.
Guillermo Molina, padre del alumno atacado, radicó una denuncia policial contra un profesor de gimnasia de la escuela Ricardo Jaimes Freyre, ubicada en la localidad tucumana de San Andrés. Lo acusó de incitar a los chicos a pegarle piñas y patadas a su hijo Hugo, en medio de lo que les presentó como “un juego”, por lo cual el nene resultó herido en la cabeza, el tórax, la espalda y los riñones, y debió ser inyectado con calmantes.
De acuerdo a su relato, cuando comenzaba la clase de educación física, el docente, de nombre Marcos y cuyo apellido no trascendió, convocó a los chicos al patio para explicarles que la actividad del día consistía en lanzar una pelota hacia un poste, a una cierta distancia. El que acertaba en el blanco sumaba un punto y el que no acertaba debía someterse a "un capotón furioso".
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Hugo Molina, que lanzó en tercer lugar, falló y el resto de los estudiantes le arrojó manotazos a la cabeza. Él cayó al piso, donde le siguieron pegando patadas y piñas en el tórax, en la espalda y a la altura de los riñones, publicó el diario La Gaceta.
Esa misma tarde, el padre del chico recibió un llamado de la vicedirectora: "Su hijo ha tenido un problemita, por favor venga a la escuela", le dijo. Al llegar, lo recibió la maestra de sexto grado, que le repetía que "no había explicación" para lo que había pasado. Pero el profesor acusado no se quedó a brindarle ninguna explicación.
Hugo había sido asistido por una especialista de la empresa de emergencias Soremer, quien emitió un certificado que constataba: "el niño fue golpeado por sus compañeros. Intervención de emergencia médica. Horario de llamada 15.25. Horario de llegada 15.50. Partes del cuerpo lesionados: cráneo y tórax".
Con ese documento, Molina presentó su denuncia por “abandono de persona” en la comisaría de San Andrés. Sin embargo, en la escuela no quisieron darle la identidad del maestro.
"El profesor no hizo nada por separarlos o sacar a mi hijo, que estaba tirado en el piso. Los compañeros reconocieron que le habían pegado porque era el juego propuesto por él", relató el hombre.
Al día siguiente, el nene debió ser atendido nuevamente en su casa, por el intenso dolor que sentía. "Le pusieron un inyectable y todavía tiene moretones en el tórax", detalló el papá. "Hago saber mi problema para que esto no vuelva a ocurrir en ninguna escuela, por la ineficiencia y desgraciada actitud de este profesor", agregó.
"No hicieron nada"
Luego de que el episodio tomara trascendencia pública, Molina asistió a una reunión con autoridades educativas. Pero, en vez de encontrar una respuesta favorable, le reprocharon haber “ventilado” el caso ante la prensa.
Viviana García, supervisora de educación física, lo recibió en su oficina. “Me dijo que se sentía agraviada, porque había salido en los medios, sin antes ‘seguir los pasos que tenía que seguir’. Pasan los días y no se hizo nada. Todavía no han hablado con el profesor”, afirmó.
Para colmo, el alumno debía tener una nueva clase de gimnasia con el mismo profesor, por lo que Molina no quería mandarlo a la escuela. "La vicedirectora, Guadalupe Mohamed, me prometió personalmente que se iba a ocupar de cuidarlo, y entonces decidí mandarlo, acompañado a la entrada y la salida por su hermano mayor, de 21 años", detalló.
En esa jornada no hubo inconvenientes porque, finalmente, el profesor no pudo dar la clase, ya que en la escuela se celebró un acto en ese horario. "Por suerte, mi hijo todavía no llegó a ver de nuevo al docente", remarcó.
2 de noviembre de 2012
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