Volvieron los chacales que drogan chicas en boliches

La noche había dejado paso a la madrugada y como todos los fines de semana los boliches de la colectora del Acceso Oeste, en Ituzaingó, explotaban de jóvenes. Música a todo volumen, bebidas de colores y chicas y chicos bailando. Pero lo que prometía ser una noche divertida se convirtió en un calvario para María.

Un grupo de amigas bailaba en el interior del local Me Vengo Leloir, como sucedía en los varios boliches que hay en la misma zona. María, tal el nombre ficticio impuesto para preservar su identidad, estaba acompañada por otras dos chicas a las que no les molestó que dos muchachos se pusieran a charlar con ellas en grupo. Con apenas poco más de 20 años festejaban el primer fin de semana tras la llegada de la primavera. Conversaron, bailaron. Allí cambió la historia.

“La internamos el 23 de septiembre y recién le dieron el alta el martes 25”, explicó a 24CON una familiar directa de la víctima. “Ella estaba bailando y vio como dos jóvenes se sumaron al grupo de manera casual. En un abrir y cerrar de ojos sus amigas la perdieron de vista”.

Las amigas comenzaron a buscarla por todo el boliche, pero no la encontraron. Vieron a otros conocidos pero nadie la había cruzado, hasta que dieron con uno de los muchachos desconocidos que se habían sumado al grupo anteriormente. Este señaló que la había visto en el baño, pero allí tampoco la encontraron. En la desesperación salieron del boliche y allí se toparon con su amiga.

 

“Fue justamente al salir del local cuando vieron a la joven sola, tirada en el piso, en el medio del paso de la salida. Las chicas se acercaron a ella desesperadas y comenzaron a llamarla por su nombre esperando que responda a ese estimulo, pero la joven estaba inconsciente, temblando de frío, con los ojos cerrados, los músculos tiesos y echa una bolita tirada en el piso”, señaló la familiar.

El estado en que estaba María aterró a sus amigas. Con los músculos contraídos, en osición fetal, sin responder a ningún estímulo y tan rígida que hasta no podía cerrar sus manos. Desde el boliche se acercó un hombre que dijo ser enfermero pero la revisó apenas con la luz de un celular, “dijo que estaba bien y se fue. Una de las amigas llamó con su celular a la ambulancia del 911, pero la ambulancia nunca llegó. El enfermero afirmó que la joven estaba bien, que su respiración era lenta pero normal y que sus pulsaciones también. Comentó que todo se debía a una borrachera y que ya se le iba a pasar, después se fue”.

La ambulancia nunca apareció por lo que las amigas decidieron llamar a la hermana de María, quien en diez minutos apareció en el boliche y la llevó hasta una clínica cercana. “Inmediatamente le pusieron suero pero seguía sin responder, sin reaccionar. La médica de guardia la revisó y constató que no tenía aliento a alcohol, que no vomitaba, que tenía las pupilas dilatadas y que tenía el estómago vacío por lo que no se le podía hacer un lavaje de estómago. Sus amigas explicaron sólo habían tomado dos vasos de vodka con jugo de naranja entre las tres. Como la joven siguiera sin reaccionar, la médica decidió pasarla a terapia intensiva para tener mayor control y comenzar con la extracción de sangre para realizar análisis de tóxicos y análisis de orina”, explicaron a este medio.

Tras casi 24 horas de atención en terapia intensiva, María reaccionó. Recíen el mediodía del lunes pudo articular una palabra. El mal momento ya había pasado y se había salvado por muy poco de algo aún peor.

La utilización de drogas y medicamentos, disueltos en bebidas y ofrecidos en medio de la noche, es el método común de los llamados Chacales, hombres que se dedican a conquistar mujeres ayudados con químicos. Poco valeroso, les ofrecen alguna bebida con burundanga u otras sustancias que si bien no las inmoviliza, les quita toda la voluntad.

 

Muchas chicas fueron violadas en ese estado y existe una investigación policial iniciada hace años que busca a estos delincuentes. (Ver: Dos "chacales" drogan chicas en los boliches para después violarlas).

 

En el caso particular de María, ni siquiera le ofrecieron un trago. Presentó una marca eruptiva en su piel por lo que creen que le apoyaron algo impregnado con la droga o bien se la pulverizaron cerca de la cara. María, aparentemente, sufrió una sobredosis, lo que la salvó de ser abusada.

“Luchemos por que los boliches o bares actúen de manera adecuada frente a estos casos, y por que si no saben que le está ocurriendo a una chica inconsciente, que la traten bien… ¡Que la traten! Que no la deje tirada en la vereda o en la calle; que se encarguen de llamar a la ambulancia; que el enfermero que tengan trabajando en el boliche sea un verdadero enfermero. A raíz de una actitud como la del dueño del local, esta joven pudo haber muerto, o la persona que la drogó pudo haberla visto tirada en el piso sola afuera del boliche y se la pudo haber llevado para hacer lo que muchas veces hacen: violarlas. María se pudo haber muerto porque la intoxicación fue alta”, finalizó la familiar de la chica.

La clínica junto con la familia de la joven radicó la denuncia en la comisaría Tercera de Ituzaingó, ubicada en Las Cabañas. La intención de los dos hombres que bailaron con María no fue clara, pero la utilización de este tipo de sustancias se relaciona directamente con la historia de Los Chacales. Además, la mala atención por parte de las autoridades del boliche también quedó evidenciada en la denuncia. Hasta el momento continúa la investigación para tratar de dar con los dos presuntos abusadores.

 

16 de octubre de 2012

 

 

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