Sospechoso de matar a su novia es liberado porque sólo hallaron una mano

Los fiscales no pudieron probar que la mujer estuviera muerta cuando se la cortaron. Nunca se la volvió a ver ni se sabe donde está el resto del cuerpo. Él pasó un año y siete meses preso.

“Sin cuerpo no hay muerto” reza un refrán, pero en el caso de Natalia, los hallazgos no ayudaron a dilucidar si efectivamente murió o no. De su cuerpo sólo se encontró una mano, con un solo dedo, abandonada en un basural en Merlo.

Natalia da Rosa trabajaba en el andén de Morón cuando conoció a Hugo Fabián Alfonso, un remisero de 40 años, de quien se enamoró. Convivieron unos años y tuvieron una hija, pero los últimos tres se habían convertido en un tormento, principalmente por la fuerte adicción de la joven de 26 años a la cocaína.

Natalia fue vista por última vez en febrero de 2010, aunque la denuncia la radicó su madrastra 15 días después de su presunta desaparición. Desde entonces la investigación no avanzó mucho y mostró desprolijidades y errores que terminaron por “cancelar” el juicio.

El último día de febrero de aquel año, unos chicos que jugaban en un descampado del barrio Libertad, en Merlo, se toparon con una mano humana. La extremidad mostraba todos sus dedos mutilados, salvo el pulgar. Aún cuando se determinó que era la mano de Natalia, fue incluida en la investigación varios meses después.

A pesar del hallazgo de la mano, nunca se pudo dar con el resto del cuerpo por lo que los fiscales nunca pudieron afirmar que efectivamente estuviera muerta. Cabía la posibilidad que la mano haya sido amputada en vida y que ella aun continuara existiendo.

“Los peritos explicaron en el juicio que no se pudo determinar si la amputación de la mano fue en vida o posmortem. Todos, incluso esta defensa, creemos que fue asesinada, pero la mano amputada por sí sola no da certeza de ello”, observó ayer el abogado Miguel Racanelli, según publicó el diario Perfil.

Alfonso, pasó un año y siete meses preso. Aseguró que Da Rosa era una usuaria problemática de cocaína que había denunciado a un importante dealer de la zona. “Pero nunca se investigó esa pista”, aseguró Racanelli.

La investigación sufrió varios idas y vueltas y un sinnúmero de retrasos. El primer fiscal que intervino fue Andrés de los Santos, quien pidió licencia. El expediente judicial pasó entonces a la fiscal Adriana Suárez Corripio, quien pidió el allanamiento a la casa de Alfonso, donde levantó varios rastros de sangre, y los autos del sospechoso y de su hermana Gisela, quien también estuvo detenida y luego liberada por falta de mérito, aunque los investigadores sospechaban que podría haber ayudado a Hugo Fabián Alfonso a hacer desaparecer el cuerpo de Da Rosa. En el auto de ella habían aparecido manchas de sangre.

Según informó Racanelli, las manchas en el vehículo de Gisela Alfonso son de una perra de ella. De las 26 muestras levantadas tardíamente en la casa del sospechoso, agregó, sólo una dio positivo al reactivo Luminol. “Pero en el juicio quedó claro que la única manchita de sangre humana que encontraron estaba en una pared, parecía de un mosquito aplastado y era de un perfil genético masculino, no de la víctima”, explicó el abogado defensor, quien responsabilizó “a la policía” y a Suárez Corripio por la mala investigación que derivó en la detención de su cliente.

El juicio comenzó el lunes pasado y no había llegado a la etapa de alegatos, cuando Gabriel Sotelo, fiscal ante el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de Morón, decidió retirar las acusaciones de Alfonso y su hermana por las deficiencias de la instrucción del caso. “En el curso del debate, la prueba se había vuelto muy endeble como para continuar”, dijo el jefe de los fiscales de Morón, Federico Nieva Woodgate. Alfonso recuperó la libertad ayer al mediodía, por disposición de los jueces Andrea Bearzi, Alejandro Rodríguez Rey y Marcos Javier Lisa.

Según Racanelli, durante el debate oral, la madre biológica de la víctima contó que ésta había denunciado a un vendedor que solía proveerle cocaína, y cuyo apodo es El Francés. El acusado, llamado Jean Manuel Riquelme, fue detenido en España bajo la sospecha de ser uno de los responsables del envío de 1100 kilos de cocaína a ese país en 2008, camuflados en césped sintético. El operativo en el que se hizo ese decomiso fue bautizado Estadio 99 y El Francés fue extraditado en 2009. Racanelli deslizó la posibilidad de que la víctima haya sido una testigo encubierta.

“Si no hay información sobre esa causa por narcotráfico es porque debe estar en algún expediente reservado. Y es la Justicia la que tiene que investigar esa hipótesis, que también fue mencionada por mi defendido”, señaló Racanelli. Al principio de la causa, Alfonso dijo que creía que su mujer lo había abandonado por sus problemas de adicción a las drogas, luego su abogado sugirió que ella se prostituía para comprar cocaína. Racanelli adelantó que iniciará una demanda al Estado por daños y perjuicios.

“Alfonso tenía una agencia de remises cuando lo metieron preso y lo perdió todo”, aseguró este abogado.

29 de junio de 2012

 

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