Caso ex Ciccone

Exigen que el juez Rafecas se aparte

Sin embargo, para el magistrado no hay motivos para hacerlo.

Tras la difusión pública de los diálogos que mantuvo vía celular con uno de los abogados del empresario José María Núñez Carmona, por los que reconoció haberse “excedido”, la situación del juez federal Daniel Rafecas al frente de la investigación por el levantamiento de la quiebra de la ex Ciccone quedó comprometida. Además de la creciente presión política en torno a la apertura de un proceso en el Consejo de la Magistratura y las voces que se alzaron para reclamar su apartamiento, el magistrado anunció que piensa continuar al mando de la causa. “No hay argumentos para que me aparte”, le dijo anoche Rafecas a Tiempo Argentino.

“Para esa época no había imputados, sino una mera investigación preliminar”, se excusó el magistrado luego de que salieran a la luz sus intercambios con el abogado Ignacio Danuzzo Iturraspe, representante del socio y amigo del vicepresidente Amado Boudou. El letrado –amigo de su familia desde hace años– aseguró en su declaración ante el Consejo de la Magistratura que Rafecas le “iba dando su opinión acerca de las cuestiones de la causa”. “Leímos juntos las disposiciones legales acerca de la nulidad”, declaró, en alusión al testimonio de la ex mujer de Alejandro Vandenbroele, Laura Muñoz, y sostuvo que el magistrado “sabía” que él era abogado de Núñez Carmona. En ese marco, sugirió que Rafecas fue quien aconsejó la presentación “espontánea” de Vandenbroele para “calmar la embestida del fiscal” y su presencia mediática.
“Llevá tranquilidad”, reza uno de los mensajes a través del sistema Whatsapp, en donde en otros tramos se menciona con iniciales al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray (Et.) y al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini (Z.). Según la misma denuncia, el juez habría delegado la instrucción en el fiscal porque consideraba que tendría “menor importancia” para la opinión pública.

La presentación de Danuzzo Iturraspe y el material que aportó motivó la apertura de un expediente de oficio para que se investigue la conducta de Rafecas y si violó el secreto de sumario de una causa en curso. Además desató una lluvia de cuestionamientos sobre la actuación del magistrado. El jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, consideró que Rafecas produjo “excesos en la causa”, y agregó que el magistrado “nunca debió haber delegado la causa en el fiscal”. “Las causas que se delegan en los fiscales son las de trámite menor. En una causa en la que está nombrado el vicepresidente, es el juez el que debió haber dirigido la investigación”, remarcó Pichetto. En tanto, el también senador oficialista e integrante del Consejo de la Magistratura, Marcelo Fuentes, puntualizó que la denuncia en contra del juez “tiene elemento de sustento”.

Por su parte, el ex presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital, Jorge Rizzo, consideró “complicada” la situación del juez, y  dijo que “es muy grave que asesore a una de las partes”. Rizzo –titular de la ONG Gente de Derecho, que en un principio lo había respaldado– consideró que “si la conversación existió, Rafecas tiene que apartarse inmediatamente”. En tanto, el ex juez y diputado de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, aseguró que “el lenguaje del juez no es el adecuado”, y que se trata de “una actividad impropia” para un magistrado, aunque consideró que debe seguir al frente de la instrucción. En el mismo sentido se pronunció la Federación Argentina de la Magistratura, y la Función Judicial emitió un comunicado en el que expresó su “preocupación” por “la descalificación” realizada por Boudou al juez.

SIN APARTARSE. Luego de recibir el apoyo del fiscal Carlos Rívolo, Rafecas le ratificó a Tiempo que piensa seguir al frente de la investigación por supuesto tráfico de influencias para facilitar la compra de la ex Ciccone por parte de la compañía vinculada a Vandenbroele. Fuentes cercanas al juez aseguraron que sería muy difícil que un pedido de apartamiento prospere si la defensa no comprueba un “temor de parcialidad” –una actitud en perjuicio de la defensa– por parte del magistrado. La recusación planteada por el abogado de Núñez Carmona dirigida a Rívolo apuntalaría ese argumento.

Allegados a Rafecas indicaron además que su negativa a convalidar el allanamiento al domicilio de Núñez Carmona, solicitado por el fiscal y fundamentado en el testimonio del directivo de Boldt, Guillermo Gabella, anularía la posibilidad de que sus mismos defensores lo recusen. 
Sobre los mensajes vía chat que fueron difundidos, las mismas fuentes sostuvieron que “técnicamente” se haría imposible que lleguen a un jury de enjuiciamiento, más allá de la intención de los consejeros del kirchnerismo, y que ni siquiera alcanzaría para una sanción disciplinaria. El juez concurrirá si es llamado para realizar su descargo y, a pesar de haber reconocido que se “excedió”, argumentará que en el momento de esos intercambios, aún no habían sido designados los abogados defensores y que el expediente estaba delegado en la fiscalía. En su defensa, sostuvieron que a Rafecas se lo intentó apartar de causas como la de los sobornos del Senado y la del Primer Cuerpo del Ejército sin éxito, y que el ex presidente Fernando De la Rúa y el propio CEO del Grupo Clarín lo denunciaron en el Consejo de la Magistratura y el trámite no prosperó.

12 de abril de 2012
Fuente: Tiempo Argentino
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