El Indio revolucionó Junín y habló del caso Candela

"Cuidemos nuestras nenas. La prostitución es una decisión de los adultos", pidió el Indio, quien también habló sobre el gobierno Nacional, Roger Waters, Los Redondos y su futuro incierto.

“Cuídense a la vuelta, manejen los que están sobrios”, “Cuidemos a Junín, que es la ciudad que nos alberga” y “Cuidemos nuestras nenas. La prostitución es una decisión de los adultos”, son algunas de las frases que deslizó el artista a lo largo de un show de dos horas y que fueron bien recibidas por un afectuoso y apasionado público.

En 2007 el grupo La Renga supo albergar a unas 120 mil personas en el autódromo Oscar Alfredo Gálvez, de Buenos Aires. Desde allí no se veía semejante número de personas en un concierto. Hasta que apareció el Indio y metió una cifra similar en Junín, ciudad del Interior de Buenos Aires que cuenta con unos 82 mil habitantes. Es decir que los ricoteros superaron el propio número de personas que viven en la ciudad. Una locura.

Una acertada lista de 27 temas, en la que intercaló piezas de su etapa con Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota como “Tarea fina”, “Yo caníbal”, “La hija del fletero”, “Juguetes perdidos”, “Jijiji” y “Nadie es perfecto” con canciones de la trilogía que registró a lo largo de su carrera solista, entre los que sobresalieron “Pabellón séptimo”, “El tesoro de los inocentes” y “Flight 956”, fue festejada por una multitud que ayer se adueñó de la ciudad bonaerense de Junín.

El cansancio en el público tras haber viajado durante horas - desde la Capital Federal el promedio fue de siete en total debido a lo congestionado del tránsito de la ruta 7-, de caminatas de hasta 5 kilómetros para llegar al predio y de una “previa eterna” que se vivió desde el mediodía, le quitó cierto protagonismo a este mega show, aunque no opacó la ceremonia artística que propone el Indio y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado.

“Disculpen si `pifio` cuando canto, tengo el viento en contra”, dijo el cantante para graficar una situación que afectó a muchos, ya que si bien el sonido era impecable, no llegaba a todos los rincones del autódromo (con capacidad para 500.000 personas) y por momentos se perdía entre un público algo disperso ante la inmensidad del lugar.

Promediando la noche, llegaron los acordes de “Murga de la virgencita”, que dio lugar a uno de los pasajes más emotivos, cuando el Indio, quien en estos días se había mostrado conmovido por el caso de Candela, la niña asesinada en Hurlingham, abogó: “Cuiden a las nenitas del barrio, la prostitución es una elección de los adultos”.

Gaspar Benegas y Baltasar Comotto en guitarras, Marcelo Torres en bajo, Hernán Arramberri en batería, Alejo von der Pahlen en saxo y Ervin Stutz en trompeta y trombón, integran la ajustada banda que custodió al Indio Solari en esta presentación que abrió con los temas más potentes de su tercer álbum “Perfume de la tempestad”.

“Todos a los botes”, “El tábano en la oreja” y ”Ceremonia durante la tormenta” fueron bien recibidos por un público de todas las edades que luego también disfrutó de un popurrí de Los Redondos, entre los que no faltaron los clásicos rocanroles “Vamos las bandas”, “Ñam Fri frufi fali fru” y el siempre esperado “Jijijí”, que una vez más cerró el concierto con el pogo más grande del mundo.

El séptimo recital del Indio en su carrera solista y el segundo que encara en el año, iba a realizarse en mayo pero el cantante, de 62 años, decidió posponer la cita a raíz de la bengala que el 30 de abril mató a Miguel Ramírez durante un recital de La Renga en La Plata.

El Indio y la actualidad argentina
Antes del show, el Indio cedió una entrevista al diario La Nación y habló sobre su incierto futuro musical, su distante simpatía con la presidencia, el fenómeno Roger Waters y el caso de Candela, la nena que conmovió al país.


Primero habló sobre la realidad política del país. “Yo creo que las cosas están bien”, expresó y explicó: “Cada vez que me acercan una pregunta referida a la situación político-económica siempre trato de avisar desde dónde hablo yo. Creo que el artista es uno de los pocos que no tiene que formar parte del sentido común. Todo el resto de las actividades y profesiones tienen que estar referidas al sentido común de la sociedad, pero el artista tiene que cruzar la frontera, tiene que ir más allá del sentido común, atreverse a hacer experiencias no ordinarias, volver y ser absorbidas por el superorganismo en su experiencia. Entonces, difícilmente crea que hay dogmas o planteos políticos que resuelvan los problemas políticos para siempre. Uno no es partidario de una ideología en especial, sino que en cada momento tiene una mirada de ciudadano que le indica ese momento. Este es uno de los mejores gobiernos que he visto, por distintos motivos. Por supuesto que la administración siempre hace cagadas, pero yo tengo una mirada bastante cómoda con este gobierno de Kirchner”, detalló.


-¿Por qué creés que tantos rockeros se acercaron a este Gobierno?
-Cada cual tiene derecho a vehiculizar su obra como quiere y favoreciendo lo que quiera, pero yo no creo en el artista militante. Creo que el artista tiene que ser como un francotirador, cruzar las fronteras del sentido común de la sociedad para traer nuevas miradas para la vida. Es más, creo que el artista debería hablar menos, yo soy medio chúcaro porque cuando uno habla sobre la obra o sobre su trabajo, libera tensiones que son necesarias para la creatividad. Todas las tensiones que se diluyen en una conversación política van quitándole misterio, uno se va desligando de tensiones que tiene que aplicar en lo que uno hace.


Luego, el Indio habló sobre el caso Candela: “Creo que si Dios existe, no está interesado en nuestro mundo. No encuentro gloria que justifique esto que hemos estado viviendo por estos días con este crimen contra la inocencia”, en relación con el asesinato de Candela.


En otro orden, Solari intentó explicar el fenómeno de Roger Waters y sus ocho recitales consecutivos en River Plate: “Para mí es sorprendente. Por un lado no lo es porque la música de Pink Floyd es muy amable para mucha gente, no sólo para los rockeros o la gente de la cultura rock. Pero ocho River es una barbaridad. Acá parece que nos hemos acostumbrado a cifras disparatadas. Cuando digo que van a venir 80.000 personas a Junín, no lo termino de entender. Muy pocas bandas en el mundo reúnen solas tanta gente, sin teloneros, ni promociones demoledoras. Meter 25.000 personas ya es una cifra importantísima para cualquier grupo o artista. Calculá que todos los que trabajan en teatro lo hacen en salas que van de 300 a 2000 personas, y tienen que remar y remar todos los días para llevar la gente que un grupo exitoso mete en una noche”, comparó.


Por otra parte, indicó que su futuro musical es incierto, ya que está decepcionado y un tanto resignado con la industria discográfica y el papel de Internet. “Como yo no trabajo con sponsors ni telefonías celulares, mi futuro discográfico es medio extraño en este momento. Supongo que haré otro disco más y después no sé, porque financiarlo para que la gente lo baje gratis es muy difícil cuando uno se produce a sí mismo. Porque uno invierte dinero y tiempo en algo que antes se reconocía con las ventas y si bien yo sigo siendo vendedor, no tenés más que viajar para darte cuenta de que el CD no existe más. Veré de qué manera me arreglo. Si me sigue yendo bien en los directos tendré que aceptar que haré temas nuevos para seguir girando“, explica.


Solari aseguró que planea hacer un concierto más este año. El mismo estaba pensado hacerse en el Estadio Único de La Plata, pero parece mudarse a Tandil. “La cosa se complicó, porque el techo que es tan bueno para el fútbol, no lo es para el sonido”, en referencia con el estadio platense.


-¿Tocar más seguido es una opción para vos?
-Sí, pero para una producción independiente, mover 80.000 personas a Junín, por ejemplo, es como un disparate. No es fácil ordenar todo esto.


Por último, el Indio adelantó que para su próximo trabajo tiene ganas de convocar a Semilla Bucciarelli y a Sergio Dawi, bajista y saxofonista de Los Redondos, respectivamente.


“Yo sigo trabajando con mucha tranquilidad, en realidad lo que menos me gusta del Indio son los intermedios entre lo que a mí me gusta hacer, que es trabajar en la música, en la letra, dibujar y venir y tocar. Después, lo que hay en el medio, la relación con la masividad y la popularidad, me llevo muy mal con eso, me da mucha fobia, no es una cosa que me guste. Ahora que pasó todo un tiempo tengo ganas de invitarlo a Semilla [Bucciarelli], a Sergio [Dawi], para que graben en el próximo disco. Antes no lo quise hacer porque podía sonar medio demagógico, pero ya está, va a ser el cuarto disco, todos se vendieron bien, los shows son multitudinarios. No hay ninguna necesidad de tener un acto demagógico en este momento. Sólo tengo ganas de estar con ellos que, pobres, son los que se tuvieron que comer el sapo de un momento para el otro y quedaron flotando en la nada. Semilla tenía razón cuando dijo que Patricio Rey nos tendría que haber agarrado a Skay y a mí y habernos pegado una patada en el culo. Creo que fue la mejor definición que escuché de lo que pasó. Pero, bueno, también ellos ignoraban cosas que pasaron en la intimidad, ¿no?”, finalizó.

 

Fuente: Télam y La Nación

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