Descubren que el spot del 13 sugiere un magnicidio
Psiquiatra analizó el aviso HD del canal, plagado de letras K y referencias a la Presidenta. "Quieren instalar la idea de que un magnicidio puede ocurrir".
¿Por qué eligió el canal del Grupo Clarín un argumento tan violento para, supuestamente, demostrar las bondades de la nueva televisión? ¿Cuántos otros avisos de marcas de artículos electrónicos existen, que no recurrieron a un intento de magnicidio para difundir la idea de que, con HD, “en vez de verlo lo estás viviendo”? Un psiquiatra de La Matanza se hizo estas preguntas, y la respuesta a la que llegó es más que polémica: se trataría de un mensaje subliminal contra la vida y el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Mi deber como profesional y humano, en el campo nacional y popular, es dar aviso”, se presenta en un video que él mismo subió a YouTube.
Marcelo Dignani está desde hace 13 años a cargo de los grupos terapéuticos “Juana Azurduy”, que funcionan en el Hospital Paroissien de Isidro Casanova. Fue junto a sus pacientes que trabajó el análisis de las imágenes, hasta sacar sus conclusiones. “Me enteré de la publicidad porque la comentó en terapia un chico boliviano de 12 años, que sabía que habían querido matar a Evo Morales en su país. Entonces, le había dicho a su mamá: ‘Mirá, en la televisión matan a un presidente. Me parece que a Cristina quieren hacerle lo mismo que a Evo’”, cuenta a 24CON el médico.
En su video, el doctor también hace hincapié en las falsas banderas de Eslovaquia, que se presentan con los colores mezclados para que se parezcan más a la bandera argentina, y en el falso escudo bajo el atril del presidente, con dos aves entrelazadas, que él ve similares a dos pingüinos, en referencia al “doble comando” o “gobierno bicéfalo” que denunciaba el Grupo Clarín cuando Néstor Kirchner aún vivía.
“Todo esto fue planeado adrede por quienes pagaron el aviso. La idea es testear el efecto que podría ocasionar en la población la posibilidad de un magnicidio. Quieren medir hasta qué puntos le afectaría a la gente. Desconozco qué es lo que van a hacer con esa información, pero tratan de instalar la idea de que esto puede ocurrir en la Argentina”, advierte.
Guerra psicológica
Las suposiciones de Dignani se sustentan en una teoría que elaboró en sus grupos terapéuticos, llamada “radiación mediática”, a la que denomina como “una epidemia que afecta al 65 por ciento de la población” de nuestro país. Ésta se manifiesta en forma de distintas patologías, como alcoholismo, drogadicción, fobias y pánicos, bulimia y anorexia, depresión y otras tantas.
“Al principio, me di cuenta de que todos mis pacientes hablaban de lo que habían visto en TV y que les había impactado: Personas con las más diversas patologías habían sido radiados mediáticamente y hablaban todos de lo mismo. Entonces armamos la terapia grupal para tratar esta angustia”, relata.
Además, según su teoría, la radiación mediática se efectúa en cualquier tipo de régimen político, y surgió en base a las torturas de los prisioneros de guerra. “Se dieron cuenta de que, poniendo nerviosa a la gente, compraban más. Entonces, llenan los noticieros de imágenes nefastas para cambiar el humor social. De tanto repetirlas, la gente cambia el comportamiento, incluso el electoral. Si tu vida corre peligro, lo que importa es salvarte, y vas a votar al que te diga que te va a dar seguridad”, explica el psiquiatra.
“Estamos ante una guerra sublimada, psicológica, sobre la que hay mucho desconocimiento e ignorancia”, alerta.
A pesar de que su video en YouTube cuenta con numerosas críticas que se burlan y minimizan su análisis, Dignani no se preocupa y, por el contrario, trata de comprender a sus detractores. “Las personas que critican, son las mismas que creen que tomar Brahma es divertido porque la publicidad se los dice. No se ponen ni siquiera a pensar en todo esto. O pertenecen al grupo monopólico, o están radiadas mediáticamente y hay que tratarlas. Y la mejor forma de tratamiento es evitar la televisión para salir de la violencia que muestra, y así empezar a ver que el mundo es otra cosa”, aconseja.