Usan el "James Bond" que oculta patentes
El aparato es popular entre las bandas de delincuentes, pero cada vez más conductores lo compran por Internet. ¿Cómo funciona?
El dueño de una concesionaria de autos de Haedo, Ricardo Baldani, vivió un hecho de inseguridad que recordará, no por su violencia, sino por lo extraño de su desenlace. Mientras llevaba una camioneta para su agencia por la Autopista del Oeste, fue interceptado por un Volkswagen Bora gris, del que se bajó un grupo de delincuentes que lo encañonó para que se detuviera. Con una rápida maniobra, Baldani logró escapar pero, cuando intentó tomar la patente del Bora observó, resignado, cómo la chapa trasera bajaba en forma automática.
“No lo puedo creer”, pensó. El hombre sólo pudo ver las letras HJR, antes que el vehículo desapareciera ante sus ojos. Resignado y muy sorprendido, volvió solo a su local.
El tramposo dispositivo en cuestión, digno de las películas de espías, gana terreno en el Conurbano y ya es utilizado por un amplio rango de conductores, que abarca desde “avivados” que quieren evitar las fotomultas hasta bandas de delincuentes organizados, a las que les sirve para impedir que las víctimas o testigos de sus robos puedan anotar la placa de los autos en los que circulan y dar aviso a la Policía.
Su nombre es “baja patente eléctrico”, aunque muchos lo rebautizaron como “Sistema James Bond”, porque en Estados Unidos existe desde la década del ´70 y fue altamente explotado por el cine de Hollywood, como en el film “El Transportador”.
El aparato tiene tres variantes: la más común que baja la chapa, una más sofisticada que la cambia de costado por una numeración falsa y una tercera en la que varios puntitos impiden la visualización. Dependiendo de la complejidad, su valor oscila entre los 400 y los 1.000 pesos. Se vende por Internet, donde las tiendas virtuales lo publicitan como un artículo que “baja la patente simplemente accionando un botón desde el interior de tu auto. Funciona con 4 pilas AA y también se puede conectar a 12 voltios”.
Asimismo, explicó que el James Bond es “un sistema de enmascaramiento antiguo e ilegítimo” y que todavía “no es muy común en el país, porque las bandas que lo emplean están medianamente organizadas. Generalmente, lo utilizan los piratas del asfalto”.
Aún así, de a poco se va extendiendo a los que, para evadir los radares de velocidad y las fotomultas, quieren algo más sofisticado que un papel, un trapo o mugre acumulada en la patente. Otro ámbito en el que se lo emplea es en las peligrosas picadas: si “cae” la Policía o algún vecino que se queja, los dueños de los autos aprietan el mágico botoncito, ponen primera y escapan.
“Después de dar unos trompos, se ortivaron unos viejos y vinieron con la Policía. Fíjense el momento en que se baja la patente del Toro… La vieja se pone loca, jaja”, comenta un usuario de YouTube en un video que subió, donde se jacta de su hazaña.
Así funciona el baja patente:
Fuente: Diario Popular e Infobae