Después de Gagarin y Neil Armstrong, Argentina tuvo su primer astronauta
El mono Juan fue el primer animal lanzado al espacio por nuestro país, que se posicionó como el cuarto del mundo en lograr esa hazaña.
Yuri Gagarín, el primer cosmonauta, alcanzó ese título en 1961. Apenas ocho años después los Estados Unidos llegó a la Luna dando por terminada, y ganada, la carrera. Ese mismo año, en un proyecto mucho más humilde y alejado de la competencia, Argentina también puso a su primer astronauta en el espacio.
En diciembre de 1969 Argentina había alcanzado un desarrollo técnico y científico en el área aeroespacial suficiente como para intentar poner un ser vivo en el espacio. Las primeras pruebas se hicieron sin dejar la atmosfera y con pequeñas ratitas que confirmaron la viabilidad de la empresa. El 23 de diciembre de ese año, apenas días antes de que termine la década del 60, el país consiguió su primer astronauta.
El lanzamiento se realizó desde el Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados de Chamical, en La Rioja, y tras la recuperación de la zonda donde viajó sedado el pequeño Juan, Argentina se convirtió en el cuarto país del mundo en enviar un ser vivo fuera de la atmósfera terrestre, siguiendo los pasos de la URSS, Estados Unidos y Francia. El logro además demostró las capacidades técnicas y científicas del país ya que se utilizó íntegramente tecnología nacional que permitió que el animal sobreviviera y que se siguieran sus condiciones físicas a lo largo de todo el periplo.
El pequeño Juan viajó semisentado para soportar las aceleraciones y fuerzas gravitatorias. Era un mono Caí de apenas 45 centímetros de altura y 1400 gramos de peso que luego del experimento fue cedido al Zoológico de la Ciudad de Córdoba, donde vivió hasta su muerte, dos años después, siendo una de las principales atracciones.
El fin último del experimento era comprobar las capacidades técnicas desarrolladas en el país para poner en orbita a un ser humano o a un animal lo más parecido a él. Las metas se alcanzaron y fueron el impulso que continuaron con estas experiencias a lo largo de la década del 70.
Un hecho trágico ensombreció el viaje de Juan. Meses después se repitió el lanzamiento de un ser vivo con una pequeña monita caí en el interior de la cápsula, pero en el retorno de la astronauta a la tierra el paracaídas de frenado de la cápsula no se desplegó correctamente. El artefacto espacial impactó contra la tierra demasiado fuerte como para que la segunda astronauta sobreviviera.
La Universidad Nacional de Córdoba realizó un documental que rescata los detalles de esta epopeya olvidada. El tráiler del documental realizado por la casa de altos estudios se puede ver debajo.
El vuelo suborbital de Juan fue la demostración de la capacidad argentina que ya desde 1927 construían aviones, y en el período que va de 1960 a 1972 desarrolló y lanzó varias familias de cohetes sonda: Alfa Centauro, Beta Centauro, Orión, Canopus, Rigel y Castor.
13 de abril de 2011
Fuente: Pagina 12, Reconquista y Defensa y Universidad Nacional de Córdoba
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