Alerta en el Conurbano por los alacranes mortales

La primera señal de alarma se dio en la provincia de Santa Fe donde un bebé de 18 meses murió tras ser picado por un pequeño alacrán en su propia casa. Si bien fue atendido en un hospital el antídoto no pudo hacer nada contra el poderoso veneno.

La semana pasada un nene de 8 años murió en la Ciudad de Córdoba luego de recibir una picadura en la espalda. El Alacrán se había escondido en sus ropas. En la terapia intensiva del Hospital de Niños de la ciudad se le suministró suero antialacrán y si bien en un primer momento se logró dominar los síntomas, el domingo al mediodía el menor sufrió complicaciones cardiacas y falleció.

Comparacion entre los dos alacranes: arriba el inofensivo y abajo el venenoso.

El peligro de los alacranes venenosos no es nuevo, todos los años, en la época de verano, estos arácnidos incrementan su actividad y buscan cobijo y alimento en las viviendas y ciudades. Sin embargo, no todos son venenosos. El aumento de la temperatura, aun en zonas templadas como la provincia de Buenos Aires, lleva a estos insectos, propios de zonas más áridas y más selváticas, según el tipo, a bajar hasta el Conurbano y a mudarse a la urbe.

Las dos muertes registradas en Córdoba y Santa Fe fueron a causa de las picaduras del mismo tipo de alacrán, uno de los pocos peligrosos para el ser humano, el Tityus Trivittatus.

“Existe otro tipo de alacrán que es inofensivo, es el Bonaerensis, que es diferente al Tityus” explicó a 24CON la Doctora Susana Gándara desde el servicio de Toxicología del Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas de EL Palomar. “Son diferentes, en caso de picadura hay que tratar de atrapar el ejemplar del alacrán para identificarlo”.

El Hospital Posadas, ubicado en el corazón de la zona oeste del Conurbano es el Centro Nacional de Intoxicaciones por lo que responde ante cualquier tipo de envenenamiento, ya sea producida por un insecto o bien por la ingesta de algún químico.

Para poder identificar cada uno de los alacranes hay que observar las características comunes a cada especie. El alacrán bonaerense es color marrón oscuro, tiene pinzas cortas y gruesas y un aguijón único. El venenoso Tityus, en cambio, es marrón claro con tres líneas oscuras en el lomo, tiene pinzas largas y delgadas y su aguijón es doble, con una punta mas prominente que la otra.

“Si hay una picadura, la persona tiene que ir inmediatamente al médico, al hospital o a alguna clínica si tiene obra social. Si no se tiene el alacrán que lo picó se lo deja en observación durante 6 horas para ver los síntomas. Si se tiene el alacrán y se identifica que es el más ponzoñoso se le da el suero con el antídoto y queda en el hospital” explicó al profesional de la salud.

“Los síntomas se dividen en dos etapa. Primero los simpáticos miméticos: taquicardia, sudoración, nerviosismo, secreción nasal. Y después son síntomas parasimpáticos: bradicardia (descenso en la frecuencia cardíaca), trastornos cardiológicos que pueden llegar a ser severos” apuntó Gándara.

Según la especialista es difícil encontrase con alacranes peligroso para el hombre, es común en cambio toparse con los bonaerenses que son inofensivos para los grandes mamíferos. “El subte está lleno, están entre los rieles, en lugares oscuros. Los Tityus Trivittatus son comunes del norte argentino pero en los últimos años han ido bajando. Los del Conurbano son inmigrados, llegan escondidos en mercaderías, cuando se traen maderas o escondidos en cajas de algún producto de esas zonas”.

La mejor manera de evitar ser víctima de una picadura letal es evitar que los alacranes ingresen a las casas. Muchos eligen como hábitat en la ciudad las cloacas donde pueden alimentarse con facilidad de las cucarachas por lo que una manera de impedirles la entrada es colocar alguna tela de tejido amplio, como las telas mosquiteras, en las rejillas del baño o cualquier sumidero, y también en los ventíleles de respiración de la habitaciones.

Igualmente si hubieran ingresado al domicilio hay que tratar de hacerles las cosas difíciles, no dejar ropa en el piso, revisar las zapatillas antes de ponérselas ya que la humedad y el calor los atrae. Revisar las cobijas si estuvieron en contacto con el suelo, además de no transitar descalzo por la noche. Y ante cualquier picadura realizar la consulta pertinente lo más rápido posible.


23 de noviembre de 2010

 

 

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