¿Dos por uno?

Demelli: “Hay una sola Momia, nacional e internacional”

Y es él. Oscar, el padrino de Sofía Zámolo. Ningún otro, así lo acreditaron el INPI y la Dirección Nacional de Derechos de Autor luego de 23 años de litigios legales.

Por Germán Campisi
Oscar Alberto Demelli, ese bebé que hace 63 inviernos nació en Becar, creció entre gimnasios y cuadriláteros, y se consagró. Hoy, ese señor casado, padre de un nene de 5 años, disfruta la vida desde otro lado. Pasa la mayor parte del día a cara lavada y entre papeles.

El luchador sordomudo, y rengo por aquella fractura de tibia y peroné que impuso una moda en lugar de alejarlo del ring, se saca las vendas y pierde su característica principal. Habla, y de lo lindo.

Tal como lo hace con frecuencia, vía teléfono, con Juan Manuel Figueroa, la “otra” Momia. Fueron compañeros y aprendieron a quererse, y tanto se quisieron que Figueroa buscó adueñarse del papel protagónico de Demelli. “Se quieren colgar de los exitosos” reconoció Oscar, a quién no le molesta la imitación porque viene de un “laburante”, pero pone énfasis en aclarar los tantos.

“La Momia soy yo” sentenció. Para decirlo se basa en dos papeles. Todo el aval que precisa. Uno es el expediente 560944 de la Dirección Nacional de Derechos de Autor, y el título de marca nro. 2097735 del Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual. Estos documentos le permiten, en caso de desearlo, hacerle juicio a Figueroa, pero desestimó de cuajo la idea, hace tiempo.

Diferente es la situación con Paulina Valeria Caradajean, hija del “déspota” Martín. En este caso, la demanda por casi dos millones de dólares a causa de los despidos de los Titanes, es encabezada por su persona. Oscar ya demostró toda su carisma y actitud en iguales proporciones dentro del ring, hacerlo afuera no le causa ningún problema.
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