Por el riesgo de cáncer
Los vecinos dejan en Claro que se oponen a la antena
Un grupo de vecinos de San Justo rechazan la colocación de una antena de telefonía celular sobre la terraza de un edificio. Mantuvieron tres reuniones, juntaron firmas y el dueño de la torre les prometió que rescindiría el contrato de alquiler con la empresa.
A principios de octubre, los vecinos del barrio Villa Luzuriaga se enteraron de la noticia. Una antena de telefonía celular de la flamante compañía Claro, se ubicaría en poco tiempo sobre la terraza de un edificio de 5 pisos ubicado sobre la Avenida Kennedy, a metros de la Avenida América.
La situación alarmó a la gente de la zona, quienes ya conocían el caso de otra antena ubicada a seis cuadras que permaneció en funcionamiento por 4 años, y según ellos, produjo la muerte por cáncer de varias personas. Y no es por nada que en febrero del año pasado, la torre fue desmantelada.
Ya prevenidos, comenzaron a movilizarse, y a los pocos días, ya habían logrado juntar alrededor de 800 firmas. Mantuvieron en total tres reuniones hasta el momento, con una aceptación de más de 300 personas, quienes debatían en la esquina con total tranquilidad.
“Un día vino un señor que en la misma reunión dijo que era ingeniero y también que era abogado. Y nos trajo unas fotocopias de que la antena no hacía mal, pero no tenía sello, ni firma, ni él tenía credencial”, reconoció a 24CON Alsira Clara Cosentino, una de las principales en denunciar el hecho, y que vive a metros del edificio en cuestión.
El locador del espacio y dueño del inmueble, en el primer encuentro había afirmado que no iba alquilar la terraza a Claro, aunque a los pocos días “dijo que tenía que hacer un estudio para ver si era contaminante. Después dijo que no hacía mal, que tenía un estudio de España del 2001, pero pasaron 7 años y hay mucho más celulares que en ese año.”, dijo Alsira. A lo agregó: “Yo no entiendo nada de contaminación ni de estudios, pero lo que no quiero es que pongan la antena porque no quiero tener cáncer”.
Teléfono… descompuesto
En la última sesión del Honorable Concejo Deliberante del partido de La Matanza, hace casi dos semanas, se envío una minuta de comunicación al Ejecutivo, según confirmó a este medio su presidente, Daniel Castro. Y además reconoció que en el Municipio existe “una ordenanza muy específica, con muchas restricciones” para permitirles a las empresas de telefonía celular instalar una torre.
Es más, el intendente Fernando Espinoza ya había tomado medidas con otras antenas que se habían localizado en la zona. Por otra parte, el presidente por la Coalición Cívica, Edgardo Lobos, agregó: “Tiene que estar en un lugar que no afecte a la gente. Si la antena está mal puesta, vamos a negarnos a que se ponga”.
Un final ¿feliz?
Según lo que les confirmó el dueño del edificio a Alsira en la última reunión del pasado viernes, la antena no se instalaría ya que habría rescindido el contrato de alquiler con Claro.
Aunque otro de los damnificados, Daniel Parada López, expresó a 24CON lo único que observaron al respecto es “una carta hecha en Word con un sello de la empresa”, por lo que aún desconfían de la veracidad de los dichos. “Esa no es manera de rescindir un contrato, por lo menos que nos muestre una carta a documento”, dijo. A todo esto, parte de la estructura de fierro que sostiene a la antena, todavía permanece desarmada en la terraza, y es otro pretexto que incrementa su desconfianza.
La situación alarmó a la gente de la zona, quienes ya conocían el caso de otra antena ubicada a seis cuadras que permaneció en funcionamiento por 4 años, y según ellos, produjo la muerte por cáncer de varias personas. Y no es por nada que en febrero del año pasado, la torre fue desmantelada.
Ya prevenidos, comenzaron a movilizarse, y a los pocos días, ya habían logrado juntar alrededor de 800 firmas. Mantuvieron en total tres reuniones hasta el momento, con una aceptación de más de 300 personas, quienes debatían en la esquina con total tranquilidad.
“Un día vino un señor que en la misma reunión dijo que era ingeniero y también que era abogado. Y nos trajo unas fotocopias de que la antena no hacía mal, pero no tenía sello, ni firma, ni él tenía credencial”, reconoció a 24CON Alsira Clara Cosentino, una de las principales en denunciar el hecho, y que vive a metros del edificio en cuestión.
El locador del espacio y dueño del inmueble, en el primer encuentro había afirmado que no iba alquilar la terraza a Claro, aunque a los pocos días “dijo que tenía que hacer un estudio para ver si era contaminante. Después dijo que no hacía mal, que tenía un estudio de España del 2001, pero pasaron 7 años y hay mucho más celulares que en ese año.”, dijo Alsira. A lo agregó: “Yo no entiendo nada de contaminación ni de estudios, pero lo que no quiero es que pongan la antena porque no quiero tener cáncer”.
Teléfono… descompuesto
En la última sesión del Honorable Concejo Deliberante del partido de La Matanza, hace casi dos semanas, se envío una minuta de comunicación al Ejecutivo, según confirmó a este medio su presidente, Daniel Castro. Y además reconoció que en el Municipio existe “una ordenanza muy específica, con muchas restricciones” para permitirles a las empresas de telefonía celular instalar una torre.
Es más, el intendente Fernando Espinoza ya había tomado medidas con otras antenas que se habían localizado en la zona. Por otra parte, el presidente por la Coalición Cívica, Edgardo Lobos, agregó: “Tiene que estar en un lugar que no afecte a la gente. Si la antena está mal puesta, vamos a negarnos a que se ponga”.
Un final ¿feliz?
Según lo que les confirmó el dueño del edificio a Alsira en la última reunión del pasado viernes, la antena no se instalaría ya que habría rescindido el contrato de alquiler con Claro.
Aunque otro de los damnificados, Daniel Parada López, expresó a 24CON lo único que observaron al respecto es “una carta hecha en Word con un sello de la empresa”, por lo que aún desconfían de la veracidad de los dichos. “Esa no es manera de rescindir un contrato, por lo menos que nos muestre una carta a documento”, dijo. A todo esto, parte de la estructura de fierro que sostiene a la antena, todavía permanece desarmada en la terraza, y es otro pretexto que incrementa su desconfianza.