Hay veces que hay que intentar "sobrevivir" a este tipo de jefes y evitar tener problemas con ellos. Te presentamos cinco tipos de superiores con los que no te querrás encontrar en la vida. Todos muy diferentes pero con un mismo error: hacen mal su trabajo.
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1. El que siempre está ocupado. Está bien que un jefe delegue sus tareas, pero si no está ayudando en nada al equipo, ¿realmente está desempeñando el trabajo por el que le pagan? El problema suele llegar cuando los resultados no son los esperados y hay que asumir culpas.
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2. El que nunca cambia de opinión. Reparte las tareas entre los trabajadores de forma muy específica. No acepta ningún tipo de consejo y no quiere quejas sobre el trabajo. Si solo cuenta con su visión costará mucho hacer cosas nuevas y diferentes.
3. El que nunca ve nada. Hay problemas en el equipo y no se da cuenta, nunca se quiere mojar a la hora de elegir. Parece que solo está ahí en las cosas buenas, en las malas es ciego, sordo y mudo.
4. El que de repente estalla. Así, como una bomba. Parece que todo va bien, nunca se estresa y cumple como buen jefe. Pero llega un momento en el que tira todo su trabajo por la borda cuando se enfada y la paga con sus trabajadores de forma irracional.
5. El que quiere ser amigo de todos. Es un jefe que se preocupa por sus empleados y que siempre está de buen humor. El problema es cuando el jefe se convierte en un colega y los trabajadores dejan de tomarlo en serio, los resultados no serán los esperados.
25 de junio de 2014