¿El Wi-Fi puede volver infértiles a los hombres?
Un estudio demostró que el esperma resulta dañado al exponerse a las ondas inalámbricas.
Según la revista médica Fertility and Sterility, las ondas emitidas por la red Wi-Fi perjudican la fertilidad de los varones. El estudio, llevado a cabo por científicos argentinos, consistió en la colocación durante 29 horas de muestras de esperma bajo computadoras conectadas a Internet, a través de una conexión inalámbrica. Una vez concluida la investigación, se demostró que el 25 por ciento de los espermatozoides dejaron de nadar, mientras que un 9 por ciento de ADN quedó dañado.
Algunas muestras fueron colocadas bajo una computadora portátil, mientras se controlaba el mismo esperma en las mismas condiciones, pero sin la presencia de la notebook.
Así, el 25% de los espermatozoides expuestos a WiFi dejaron de moverse, en comparación con el 14% del grupo no expuesto a las redes WiFi. Sumado a eso, el 9% mostró alteraciones genéticas, en contraposición al 3% de los no expuestos.
El estudio publicado demuestra que, a mayor cercanía de los genitales con aparatos que utilizan conexión a Internet, mayor es la posibilidad entre los varones de sufrir infertilidad. No obstante, según el presidente de la Sociedad de Reproducción Masculina y Urología, Robert Oates, “el procedimiento para sacar dichas conclusiones ha sido en condiciones artificiales, por lo que no se confirma al cien por cien la noticia”.
De hecho, Atanasio Fernández Borrell, urólogo en el Hospital de la Princesa de Madrid, apoya los planteamientos de su compañero: “Se trata de un experimento que ha utilizado espermatozoides ‘in vitro’ y no ‘in vivo’, de manera que el resultado es difícilmente aplicable a la realidad”.
Contemplando la posibilidad de la relación entre dispositivos portátiles y fertilidad, Fernández Borrell apunta que se podría considerar un factor como el calor, que puede alterar la temperatura de los genitales y perjudicar la calidad del esperma, ya que los testículos se encuentran alojados fuera del abdomen para encontrarse a bajas temperaturas y conseguir así que los espermatozoides maduren correctamente. “Pero en el caso de la computadora, el calor creado por ésta debe de ser elevado y se debería mantener sobre las piernas durante un largo periodo de tiempo”, acotó el urólogo.
Algunas muestras fueron colocadas bajo una computadora portátil, mientras se controlaba el mismo esperma en las mismas condiciones, pero sin la presencia de la notebook.
Así, el 25% de los espermatozoides expuestos a WiFi dejaron de moverse, en comparación con el 14% del grupo no expuesto a las redes WiFi. Sumado a eso, el 9% mostró alteraciones genéticas, en contraposición al 3% de los no expuestos.
El estudio publicado demuestra que, a mayor cercanía de los genitales con aparatos que utilizan conexión a Internet, mayor es la posibilidad entre los varones de sufrir infertilidad. No obstante, según el presidente de la Sociedad de Reproducción Masculina y Urología, Robert Oates, “el procedimiento para sacar dichas conclusiones ha sido en condiciones artificiales, por lo que no se confirma al cien por cien la noticia”.
De hecho, Atanasio Fernández Borrell, urólogo en el Hospital de la Princesa de Madrid, apoya los planteamientos de su compañero: “Se trata de un experimento que ha utilizado espermatozoides ‘in vitro’ y no ‘in vivo’, de manera que el resultado es difícilmente aplicable a la realidad”.
Contemplando la posibilidad de la relación entre dispositivos portátiles y fertilidad, Fernández Borrell apunta que se podría considerar un factor como el calor, que puede alterar la temperatura de los genitales y perjudicar la calidad del esperma, ya que los testículos se encuentran alojados fuera del abdomen para encontrarse a bajas temperaturas y conseguir así que los espermatozoides maduren correctamente. “Pero en el caso de la computadora, el calor creado por ésta debe de ser elevado y se debería mantener sobre las piernas durante un largo periodo de tiempo”, acotó el urólogo.