En Tres de Febrero, venden registros a los "casi ciegos"

También se otorgan a quienes no habían aprobado el psicofísico.

Por Alejandro Cancelare

El director de Tránsito de Tres de Febrero, Carlos Moreno, fue desplazado de su cargo por haberse detectado que dentro de su área funcionaba una gestoría que conseguía registros verdaderos a un valor que oscilaba entre los $300 pesos y los U$S 500, según fuese la nacionalidad del cliente.

 

Llamativamente, quien quedó a cargo del área era su segundo, Roberto Longo, quien por su cercanía y manejo también estaba al tanto de todo lo que sucedía. Es más: salvo el intendente Hugo Curto, quien suele ser el último en enterarse, parece ser que todo el municipio conocía de esta operatoria.

Todo estalló el jueves a la mañana, cuando personal de la Fiscalía Descentralizada Nro. 2 de San Isidro detuvo a una persona con cinco registros de conductor en su poder y que iban a ser entregados a sus dueños, quienes nunca habían pasado por la oficina de Tránsito municipal ni habían hecho los exámenes de manejo correspondiente.

La denuncia fue realizada por una mujer a la que le habían cobrado por dicho trámite pero consideró más que extraña la operatoria y también puso en duda el precio tarifado. No obstante el procedimiento judicial, que fue público y notorio, que motivó la detención de un tal “Rafa”, en horas de la tarde el jefe de Moreno y Longo, el secretario de Gobierno, Daniel Pietrantonio, viajó hasta La Plata con ambos para participar de un encuentro en el que se explicaban los alcances del Registro Único de Conductor que pretende implementarse en todo el país.


Esta no fue la primera oportunidad en la que el área se ve sacudida por un escándalo de estas características ya que desde el mismo inicio de la gestión Curto siempre hubo problemas con Tránsito, ya sea por la venta de carnets de conductor como con el otorgamiento de habilitaciones para taxis, remises y remiserías.

A pesar de haber cambiado de funcionarios y determinado intervenciones, jamás se corrigieron los problemas endémicos, y los máximos sancionados eran los empleados que participaban de las operatorias ilegales pero que no se quedaban con la parte más importante del botín.

El viernes Moreno no fue a trabajar aduciendo razones de salud, pero el lunes, a primera hora, se apersonó junto con Longo hasta el despacho del intendente junto con Pietrantonio, que había dispuesto a descubrir toda la trama que funcionaba. Allí, el director aceptó la culpabilidad de los episodios y sin más trámite fue eyectado de su cargo. Longo, en silencio, fue el máximo beneficiado.

Si bien los antiguos escándalos del área aparecieron cuando empleados publicaban avisos clasificados ventilando la venta de registros, fundamentalmente para extranjeros o personas con problemas visuales, en esta ocasión la organización había dispuesto inclusive de publicaciones en la web para su mejor desarrollo.

Inclusive llegó a tarifarse cada trámite: por un registro común, $300, si el conductor tenía problemas visuales o directamente decidía no ir por la oficina municipal. También se cobraban $100 de adicional si el examen sicofísico no salía como correspondía, aunque el mejor negocio estaba entre los extranjeros, quienes preferían abonar en euros o dólares para no volver hasta su país de origen para realizar el trámite.

En las últimas horas se especulaba con la llegada de Mario Braca al área, quien ya estuvo en ese cargo durante la gestión del radical Héctor Dáttoli, pero hasta el momento el concejal, quien termina su mandato en diciembre, no tiene ni noticias del tema.

 

 

15 de septiembre de 2009

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