La comisaría maldita y los policías que encubren narcos

 

Los casos se cuentan de a uno pero ya son tantos en tan poco tiempo que en La Carcova misma hasta se olvidan de las fechas y los nombres. Algunas de las muertes de jóvenes inocentes que quedaron en medio de balaceras provocadas por bandas narco trascendieron la villa y llegaron a la prensa.

La última que alcanzó nivel nacional fue la de Enzo, un pibe de 13 años que recibió dos tiros en la espalda cuando supuestamente estaba junto a sus amigos en una esquina. Por el crimen, sus familiares y amigos se manifestaron en la comisaría 4ta de José León Suárez y causaron severos destrozos. Incendiaron autos, un colectivo, patrulleros y motos.

El caso generó conmoción y bronca. Sobre todo por las declaraciones de Juan Ledesma, el padre de la joven víctima: “A esto señores les sobran los tiros”, lanzó y apuntó contra “Bebote”, el supuesto asesino de su hijo y cabecilla de una de las bandas que se mueven dentro del barrio.

Otro caso resonante fue el de Ivonne Alejandra Eloy en agosto pasado. La joven cayó desvanecida producto un tiro que impactó en su cabeza ni bien bajó de un remise en la puerta de su casa. Se trató de otra víctima inocente que quedó en medio de un tiroteo.

PICANTE

En el mundo policial aseguran que esa zona del partido de San Martín es un epicentro del delito: se la considera como una de las que más se comercializa drogas, tanto en kioscos internos como la que se destina para otros lugares fuera del distrito. Allí, además de La Carcova, coexisten varios barrios humildes y casi impenetrables como la villa Independencia, Hidalgo, Corea y Ciudad de Dios.

En tanto, desde hace años que los habitantes del lugar denuncian que el negocio ilegal sucede bajo la mirada cómplice de la policía. Hay connivencia. “Los vecinos indican que la policía encubre a los narcos en el barrio y por eso la bronca”, dijo a 24CON el diputado nacional por el FPV Leonardo Grosso, quien este jueves acompañó a los familiares de Enzo para reclamar Justicia ante la Fiscalía General de San Martín.

Tal es así que en horas de la noche del miércoles pasado, luego de los destrozos y los incidentes, el propio jefe de la Superintendencia Zona Norte de la policía Bonaerense, Gustavo Reale Scavo, afirmó ante la prensa que intervendría la comisaría 4ta de José León Suárez para investigar en detalle lo ocurrido.

LA COMISARÍA EN LA MIRA

No es la primera vez que esa dependencia policial está en el ojo de la tormenta. El próximo 7 de febrero se cumplirán tres años de la denominada “Masacre de León Suárez”, en donde Franco Almirón, de 16 años, y a Mauricio Ramos, de 17, murieron producto de las balas de la Policía Bonaerense. En ese momento, la comisaría 4ta también había sido intervenida.

 

Al año de los hechos, el comisario Mario Briceño fue relevado de su cargo y también se lo investigaba por una posible conexión con el crimen de Candela Sol Rodríguez y la presunta vinculación de "narcos" con policías de San Martín.

A pesar de la “purga”, el diputado Grosso señaló que la comisaría sigue sucia. “No puede seguir manejada por estos efectivos policiales, que no sólo fueron cómplices (del crimen de Enzo) sino que también hicieron la vista gorda sobre la detención de los delincuentes”, lanzó en comunicación con este diario.

Si bien reconoció que la problemática en el lugar viene de antaño, además deslindó responsabilidades de los crímenes al municipio de San Martín, comandado por el intendente Gabriel Katopodis.

“No es un caso aislado por parte de la bonaerense, es una comisaría conflictiva porque tiene demasiada connivencia con el delito. Todos los que militamos en la zona sabemos bien que parte del problema es la Bonaerense, la justicia provincial y el municipio, que creemos que también hace la vista gorda que no ha hecho ninguna declaración al respecto”, expresó.

 

 

En la misma línea, uno de los referentes de la asamblea de vecinos es Luis “Bocha” Flores, declaró semanas atrás a la Revista Veintitrés: “No es la solución los patrullajes de Gendarmería. Lo único que hacían cuando tuvieron más presencia es molestar a los pibes que salían a bailar o al obrero de la construcción que volvía de laburar. La pregunta es si viene la Gendarmería a arreglar el problema del narcotráfico o si están de adorno para parar a nuestros pibes y pegarles, o para tratar de levantar a las pibas”.

EL SILENCIO OFICAL

Hasta el momento, el intendente del Frente Renovador, Gabriel Katopodis, no dio ningún tipo de declaración al respecto de los incidentes ni mucho menos de los crímenes cometidos en este último tiempo. 24CON intentó reiteradas veces comunicarse con el jefe comunal, pero tampoco tuvo respuesta.

Por otra parte, hay versiones que indican un supuesto vínculo desde algún funcionario municipal con la Policía y las bandas narcos, lo que les permitiría un amparo para poder operar en la zona. Por ahora, habrá que esperar la investigación judicial que se lleve adelante. O lamentablemente, y valga la redundancia, lamentar otra víctima.

 

31 de octubre de 2013

 

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