"Si quisiera fama, me encadeno a un zoo y llamo a los medios"
El fotógrafo desmiente que lo suyo sea una actitud mediática para percibir beneficios por su Cruzada y admite ser un ferviente protector de los animales “sin intereses”.
García no duda ante ninguna pregunta. Ni la más inquisidora lo incomoda, porque “no tengo nada que perder”, confesó. Serio, dice que su causa no tiene intereses creados “más que lograr ver en libertad” a sus protegidos modelos.
Además, manifiesta que “si quiero fama me encadeno a un zoológico y llamo a los medios”, pero “no lo hice y no lo voy a hacer, porque yo no atento contra las entidades, mi sueño es la libertad y eso comprende a todos los cautivos”.
Su denuncia, además, tiene un segundo blanco. “Hay un gran mercado entre los canales de televisión que llevan animales a los programas”, cuenta y se muestra indignado porque no le dan lugar a los mensajes que, como él, están dirigidos a proteger la fauna. Tampoco tiene alcance su material a los grandes emporios mediáticos. “Jamás editarían mi libro las grandes editoriales, porque la mayoría tiene contacto con grupos que trabajan con animales cautivos”.
¿Cómo definís este arte contradictorio?
Mi arte roza lo documental. No me gusta que mis modelos posen de esta forma, pero están ahí, necesitan de mi ayuda.
¿Cuál fue la recepción de Tras las Rejas?
Cuando edité el libro pensé que iba a tener un acercamiento masivo y no fue así. Es todo muy pausado, siempre hay intereses que apuntan a que esto se caiga. Alguna vez me dijeron –bienvenido al camino de los sueños-.
¿Qué pasa si no ves el final de este camino?
Esto tiene varios finales. Yo creía en un principio que tendría una explosión masiva, pero no para hacerme conocido, si quiero fama me encadeno a cualquier zoológico y llamo a los medios. Yo no quiero eso, lo que quiero es lo que está sucediendo, por ejemplo que se me acerque un padre y me cuente que eligieron mi libro en una escuela para estudiar la causa. Así vas encontrando diferentes finales.
¿Son los chicos tus grandes fans?
Son los que más me escriben. Incluso, una vez me escribió uno preguntándome si después de hacer las fotos había liberado a los animales. Esto demuestra que a veces necesitan pensar en frío sobre el tema, porque están acostumbrados a la imagen del animal pidiendo comida en un zoológico y les parece gracioso. No le pareció gracioso cuando lo vio fijo y tuvo tiempo de razonarlo.
Además, manifiesta que “si quiero fama me encadeno a un zoológico y llamo a los medios”, pero “no lo hice y no lo voy a hacer, porque yo no atento contra las entidades, mi sueño es la libertad y eso comprende a todos los cautivos”.
Su denuncia, además, tiene un segundo blanco. “Hay un gran mercado entre los canales de televisión que llevan animales a los programas”, cuenta y se muestra indignado porque no le dan lugar a los mensajes que, como él, están dirigidos a proteger la fauna. Tampoco tiene alcance su material a los grandes emporios mediáticos. “Jamás editarían mi libro las grandes editoriales, porque la mayoría tiene contacto con grupos que trabajan con animales cautivos”.
¿Cómo definís este arte contradictorio?
Mi arte roza lo documental. No me gusta que mis modelos posen de esta forma, pero están ahí, necesitan de mi ayuda.
¿Cuál fue la recepción de Tras las Rejas?
Cuando edité el libro pensé que iba a tener un acercamiento masivo y no fue así. Es todo muy pausado, siempre hay intereses que apuntan a que esto se caiga. Alguna vez me dijeron –bienvenido al camino de los sueños-.
¿Qué pasa si no ves el final de este camino?
Esto tiene varios finales. Yo creía en un principio que tendría una explosión masiva, pero no para hacerme conocido, si quiero fama me encadeno a cualquier zoológico y llamo a los medios. Yo no quiero eso, lo que quiero es lo que está sucediendo, por ejemplo que se me acerque un padre y me cuente que eligieron mi libro en una escuela para estudiar la causa. Así vas encontrando diferentes finales.
¿Son los chicos tus grandes fans?
Son los que más me escriben. Incluso, una vez me escribió uno preguntándome si después de hacer las fotos había liberado a los animales. Esto demuestra que a veces necesitan pensar en frío sobre el tema, porque están acostumbrados a la imagen del animal pidiendo comida en un zoológico y les parece gracioso. No le pareció gracioso cuando lo vio fijo y tuvo tiempo de razonarlo.