Cumbio: "Es difícil estar en mis zapatos"
Fue contratada por marcas multimillonarias, hace teatro, va de gira por boliches, escribirá un libro y quiere ser periodista. Cumbio habló con 24CON de su sexualidad y dijo que los floggers "son sólo una moda".
Sin pelos en la lengua responde hábilmente. Reconoce que los fotologs son una moda, y que para ella es un "juego", a pesar de que su sitio los visitan miles de chicos por día. Aunque se muestra enojada con los que la critican, porque "hay que ponerse en los zapatos de Cumbio", dice.
Tiene un tono de vos uniforme y carrasposo. Sus ojos no expresan tanto como lo que dice su boca, sus rasgos son comunes, ni linda ni fea. Sentada en el sillón de la casa de su manager, Pani, mira el celular a cada rato, inquieta.
Su persona (y su personaje), alimenta a los medios sin la necesidad de escándalos. Porque es un fenómeno completo y con agenda completa. Lo último: actúa en una obra de teatro, publicará un libro y ni bien termine el colegio estudiará periodismo.
Sobre las tablas, "hago de lo que mejor me sale, que es de flogger. La verdad es que no sé actuar ni nada, pero me pareció re copado porque es super cómico. Al principio tenía miedo en los ensayos, me daba vergüenza, pero después me cagué de la risa", dice.
Además del teatro, le propusieron otros proyectos: lanzarán el "enviá Cumbio al 2112", y publicará un libro que "lo están manejando mis papás, esta semana es el cierre de contratos. En realidad no puedo hablar mucho pero es más sobre la adolescencia en general", anticipa. Y agrega que estudiará periodismo, porque "es algo que me llama mucho. Tal vez conductora de radio o de tele".
Luego de firmar contratos publicitarios con Nike y con el grupo Clarín, su popularidad se incrementó a tal nivel que hoy es una de las personalidades más buscadas por las de todas las discos del país. "Voy a un boliche y me dan tanto, y me dan más si lo publico en el fotolog. ¿A quién no le viene bien ganar este tipo de dinero?", plantea.
Sin embargo, está convencida de que lo suyo no es fama, "sí un poco de popularidad", y que los floggers no son una tribu, "sino una moda". "Trato de no pensarlo como fama y de tomármelo tranquila porque sigue siendo un juego para mí".
Su intimidad
Como muestra en su flog y como cuenta en los tantos programas que visita, su novia es Marulina, una adolescente que vive cerca de su casa y la conoció en el Abasto, aunque "ella no es tan flogger".
Tras estas polémicas declaraciones, "me llamaron un montón de medios para que vaya a hacer una nota con mi novia", confiesa, pero enseguida lanza: "Me parece que ya se volvió un poco morboso. Es decir, el hecho de preguntarle a una adolescente que hace con su sexualidad, creo que hay cosas mucho más preocupantes que pasan en el país".
Y por último concluye: "Deberían preocuparse en darle educación sexual a personas que no la tienen, en vez de hablar que hago yo con mi sexo, que está bien cuidado".
09 de agosto de 2008