En todo el Conurbano

Ya clausuraron 18 fiestas clandestinas en 2013

Se organizan por Facebook y venden alcohol a miles de menores. La "trampa" para despistar a la policía con direcciones falsas.

 

El gobierno bonaerense confirmó que en lo que va del año clausuró 18 fiestas clandestinas detectadas en la red social Facebook, que reúnen a más de 1.000 jóvenes, en su mayoría menores de 18 años, donde se venden bebidas alcohólicas pese a la prohibición establecida por la ley de nocturnidad.


La nueva modalidad de estas fiestas privadas fue detectada por inspectores del ministerio de Salud provincial, quienes, para controlar la venta de alcohol a menores de edad, rastrearon los megaeventos en las redes sociales.

 

Homenajeaban al oso Ted con una fiesta y terminaron a los tiros. ACÁ.


Este año, llevan clausuradas 18 fiestas privadas y secuestradas 12.539 botellas de alcohol, "una cantidad que alcanza para dejar peligrosamente borrachos a unos 5.000 adolescentes", señalaron.


"Los organizadores perfeccionaron las estrategias para no ser descubiertos y dan a conocer la dirección de la fiesta recién a la madrugada, a través de las redes", sostuvo la cartera en un informe.


Las fiestas clandestinas fueron clausuradas en quintas del Conurbano y La Plata, organizadas por Facebook de manera estratégica para evitar los controles.


La subsecretaría de Adicciones del ministerio de Salud advirtió que detrás de estos eventos existe una gran organización que crece y se complejiza a medida que aumentan los operativos.


"Los organizadores buscan estrategias para convocar a los jóvenes y, al mismo tiempo, evitar ser descubiertos por las autoridades del Registro de Expendedores de Bebidas Alcohólicas (REBA)", sostuvo.


Asimismo, advirtió que, en los últimos meses, sus organizadores implementaron una nueva modalidad para confundir a los inspectores, ya que "venden las entradas con una dirección falsa en un lugar donde no se realiza la fiesta y cuando llegan a esa dirección falsa, un micro los lleva al verdadero sitio".


Para detectar el lugar real, se indicó, "los inspectores van hasta el lugar falso y así se enteran del verdadero, hasta compran las entradas y las utilizan para llegar a la fiesta que, lejos de ser reuniones pequeñas, desbordan de gente, la mayoría son encuentros masivos que reúnen desde 1.000 hasta 5.000 adolescentes".


Las entradas a estas megafiestas tienen un costo de 80 a 300 pesos, incluyen el ingreso y el traslado en micros, todo a cargo de los organizadores.


Los pases de ingreso se venden "con una consumición incluida, así, en caso de que sean clausurados, los organizadores se garantizan, aun sin entregarlo, el dinero de un trago por persona", dijo Juan Lauro, director del REBA.

 

3 de mayo de 2013

 

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