Chau protocolo: "Te veo fresco como una lechuga"
El diálogo entre el Papa Francisco y Correa fue delirante. "¿Quién iba a decir que un boludo como yo iba a estar aquí?", afirmó el ecuatoriano.
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Francisco recibió al presidente ecuatoriano en un encuentro en el cual reinó la confianza y el buen humor. "¿Quién iba a decir que un boludo como yo iba a estar aquí?", le manifestó el mandatario, mientras que el Sumo Pontífice le dijo "te veo fresco como una lechuga".
El papa Francisco recibió al presidente de Ecuador, Rafael Correa, con quien mantuvo una audiencia a solas durante 20 minutos, en la que hablaron de la justicia social, el valor de la solidaridad, el respeto por las poblaciones indígenas y la protección del medioambiente.
El encuentro a solas, que se extendió durante unos 20 minutos, se desarrolló en un marco de gran cordialidad, según informó Radio Vaticana. En un comunicado de la Santa Sede, se indicó que el papa y Correa hablaron del “importante aporte de la iglesia católica en los diversos sectores de la vida social del país y sobre la importancia de un diálogo sincero y permanente entre la iglesia y el Estado para afrontar los desafíos fundamentales de la sociedad”.
También se subrayó la “centralidad de la justicia social, el valor de la solidaridad y de la subsidiaridad en la búsqueda del bien común”, y se habló del “respeto de las poblaciones indígenas, de su cultura, así como de la protección del medioambiente”.
Francisco recibió a Correa en la sala del Tronetto, anexa a la biblioteca privada del papa, y sus primeras palabras al recibirlo fueron: “Qué gusto verlo otra vez, ¿Como está su madre?” y luego agregó: “Lo veo fresco como una lechuga”, según consignan las agencias EFE y ANSA. El mandatario ecuatoriano, vestido con camisa y sin corbata, le respondió: “Es un honor estar aquí”.
“Utilizo estos términos, Santo Padre, informales. ¿Quién iba a decir que un boludo como yo iba a estar aquí?”, expresó el mandatario para sorpresa del papa Francisco.
Al finalizar el encuentro, el mandatario ecuatoriano lanzó una broma, que tuvo como blanco a su asistente personal. “No la tiene que confesar, sino hacer un exorcismo porque es una dictadora. Me maltrata”, dijo Correa, cuando su colaboradora le pedía al pontífice una bendición para ella y su familia.
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20 de abril de 2013
