Terminó la novela: el subte pasó a manos de la Ciudad

Después de 14 horas de sesión se aprobó la Ley para el traspaso del servicio. Conocé los detalles.

Los legisladores porteños aprobaron hoy el traspaso del subte a la órbita de la Ciudad a través de una ley que no afecta al derecho de los trabajadores a realizar huelgas, contempla subas de peajes y del impuesto al sello para financiar la operatividad del servicio y permite un endeudamiento para obras de infraestructura.


Luego de una jornada cargada de conversaciones que se extendieron por unas 14 horas entre diputados del PRO, de la oposición, funcionarios del Ejecutivo y los metrodelegados, pasadas las 3.15 de la madrugada quedó sancionada la norma con 46 votos a favor y 12 en contra.


Así, el subte pasará a manos del Estado porteño y concluirá el conflicto desatado entre la Ciudad y la Nación que comenzó en enero cuando el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, firmó un acta-acuerdo para aceptar la transferencia, ejecutó un aumento en la tarifa del pasaje y posteriormente dio marcha atrás con su postura y declinó de hacerse cargo del servicio.


La ley -que debe entrar en vigencia desde el 1 de enero- poco se parece al texto que envió a la Legislatura Macri y los cambios aplicados fueron consecuencia del seguimiento y la presión que tanto la oposición como los metrodelegados ejercieron sobre el debate que se dio en las comisiones de la Legislatura en las últimas semanas.
De esa manera, lograron frenar puntos cuestionables de la propuesta macrista como la cláusula que proponía la declaración “de servicio público esencial” al subte, que restringía la posibilidad de los trabajadores a cumplir una huelga y penalizaba "la interferencia" de la circulación de las formaciones.


Asimismo, también fue descartado el artículo que obligaba a los trabajadores del subte a brindar en un 60 por ciento el servicio cuando esté en curso un "conflicto colectivo de trabajo que derive en huelga del personal".


No obstante, se mantuvo la exigencia de una comunicación hacia el concesionario por parte de los trabajadores "con dos días de anticipación" de las medidas de protesta a adoptar.
También, la oposición logró que el PRO reduzca de cinco a dos años el tiempo establecido para que el subte se mantenga en "emergencia". Esta definición permite al jefe de Gobierno local realizar diversas acciones -como llamado a licitaciones o arreglos en la red de transporte- sin necesidad de que ello cuente con la aprobación de la Legislatura.
 


Otro de los ítems que el macrismo retiró a fin de contar con un mayor consenso de parte de los bloques de la oposición fue el aumento impulsado a las naftas como unas de las fuentes para financiar la operatividad del servicio, similar al que el gobernador José Manuel De la Sota aplicó en Córdoba.


Sin embargo, los legisladores acordaron la creación de un "Fondo Subte" para el financiamiento de la red de subtes que sea costeado por la suba de un 10 por ciento peajes de las autopistas porteñas y de hasta un 5 por ciento al pago de patentes a dueños de autos de alta gama.


En consecuencia, ese déficit que se abriría con la quita del tributo a la nafta quedará cubierto con un aumento en la alícuota en general del impuesto al sello del 0.8 al 1 por ciento; en tanto que la tasa de las operaciones financieras iría de 1 al 1.2 por ciento y de las transacciones inmobiliarias del 2.5 al 3.6 por ciento.


Además, se incluyó una reformulación de la cláusula de endeudamiento por parte del Estado porteño que habilita a la emisión de un bono por 300 millones de dólares que serán destinados "al financiamiento de inversiones, gastos operativos y gastos no operativos del sistema de subterráneos de la Ciudad".


El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Juan Cabandié, celebró la sanción de "un proyecto de ley que haga que el subte esté en manos de la Ciudad y que no vaya contra de la libertad sindical de los trabajadores del servicio".


La legisladora Gabriela Cerruti, del interbloque kirchnerista, destacó que "votamos por un proyecto de ley de subtes que no tiene un aumento a las naftas que parecía casi un capricho de Mauricio Macri y porque no queríamos una suba de impuestos más para los porteños y porteñas que ya están pagando una suba de la tasa de ABL".


Por su parte, el diputado Aníbal Ibarra remarcó que "los porteños se merecen viajar mejor en el subte y por eso cambiamos las cosas del proyecto del oficialismo, que lo hacían `invotable´, y logramos modificar lo que eran errores".

 

 

20 de diciembre de 2012

 

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