Las verdaderas razones de las demoras del Sarmiento

Desde el miércoles 22 de febrero, el ferrocarril Sarmiento no volvió a ser el mismo. El accidente que dejó 51 muertos llamó la atención de los medios y el país, además que sacó a la luz las miles de denuncias por el mal funcionamiento del servicio.

Tras la tragedia, el estado nacional intervino el transporte, y luego quitó la concesión a la empresa TBA después de tres meses de investigaciones.

Aun en otras manos, el Sarmiento presentó pocos cambios. Con un cronograma de emergencia, los servicios se vieron afectados en todo el ramal, e inclusive se llegó a limitar los servicios nocturnos para liberar las vías y así hacer las obras necesarias para mejorar el transitado transporte.

Uniendo las cabeceras de Once, en el corazón de la Ciudad de Buenos Aires, y Moreno, al oeste del Conurbano, se realizan 300 viajes diarios a cargo de una veintena de formaciones. No obstante, desde el accidente, el número se redujo y las condiciones laborales no mejoraron.

El paro de algunos servicios del día de hoy (ver: Sarmiento: 45 minutos de demoras por falta de agua) se debe a una decisión tomada por parte del personal técnico, (mecánicos, limpieza y auxiliares) de los talleres de mantenimiento que la línea tiene en Castelar. Allí, kilómetro 22 del servicio, se realiza el mantenimiento y limpieza de las formaciones y es el punto de ingreso de los empleados (maquinistas y guardas) que corren junto con las formaciones.

Empero, los problemas en el Sarmiento se suman. Según pudo averiguar 24CON los galpones están secos. Desde hace varios días, los depósitos de Castelar funcionan sin agua. Los empleados denunciaron que los caños y sistemas de agua del depósito están rotos y tapados por lo que los baños no tienen el suministro habitual. Ir al baño normalmente, asearse y bañarse es imposible.

En los galpones funcionan tres turnos consecutivos de al menos 50 empleados, quienes para poder arreglar las formaciones trabajan con elementos lubricantes, grasas y aceites. Para poder trabajar, cumplir con la jornada, necesitan al menos poder lavarse las manos. Era habitual ducharse en el lugar luego de cada día, pero ahora y desde hace unos días, están impedidos completamente.

Los arreglos que demandan los mecánicos no necesitan de una licitación o un plan de obras, sino de un grupo de plomeros.

El Sarmiento se ve sumergido en una gran obra que implica mucho trabajo pero que cambiará completamente la fisonomía del oeste del conurbano y mejorará notablemente el servicio. El soterramiento, que se inició en Haedo hace pocos meses, buscará transformar en subterráneo al menos la mitad del ramal. (Ver: Arrancó el Soterramiento del Sarmiento). Los arreglos que exigen los mecánicos no necesitan de la ingeniería exigida por la obra de Haedo.

 

Paralelamente, el déficit de formaciones en la línea implica la demora y las cancelaciones de los servicios. El Sarmiento cuento con aproximadamente 25 formaciones de hasta ocho coches para pasajeros. De estas, según informaron en Castelar, 3 no funcionan y otras tantas fueron desarticuladas para abastecer de coches a otras formaciones. El número se reduce entonces a 18. No obstante, ante el reclamo de hoy, el número se limitó a 8 formaciones para todo el ramal, lo que se traduce en tres trenes por hora.

Teniendo en cuenta el gran caudal de pasajeros, poder viajar cómodamente en esas únicas ocho formaciones es una utopía.

El reclamo no se limita únicamente al problema del agua. Los boleteros hace 18 días que están en huelga. Algunos trabajan “a brazos caídos”, pero en su mayoría no cobran el boleto para poder viajar. No obstante, desde la intervención los molinetes están liberados por lo que la medida de fuerza pasó casi desapercibida. El reclamos de los boleteros apunta a una recomposición salarial y a una nueva re categorización teniendo en cuenta el trabajo extra que conlleva la utilización de la tarjeta SUBE y su recarga.

Este mediodía, en la estación de Haedo, habrá una asamblea que reunirá a delegados y empleados de todos los sectores del ferrocarril. Cada parte expondrá sus requisitos y necesidades. Algunos de los puntos a tratar profundizarán sobre el malestar generado por el Impuesto a las Ganancias, las recategorizaciones y la imposibilidad de ingresar familiares a las filas del Sarmiento. Aún, horas antes de la asamblea, los técnicos de Castelar creen que no se llegará a una solución rápida por lo que prevén que el paro, las demoras e inconvenientes en el Sarmiento continuarán hasta la semana próxima.


30 de agosto de 2012

 

 

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