Un menor denunció torturas en una comisaría: "Trajimos carne nueva"

Un adolescente denunció a personal policial de la comisaría Tercera de La Plata por golpes, torturas y amenazas de abuso sexual. El defensor juvenil Julian Axat exigió al fiscal en turno la intervención inmediata a la Dirección de Asuntos Internos y se disponga de los medios necesarios para preservar la integridad del joven se lee en la denuncia.

El menor denunció fue golpeado por un chico, que lo tiró al piso y lo golpeó a patadas, hasta que llegó la policía. Un hombre alto y una mujer joven bajaron del patrullero. “Me pegaron un poco más fuerte de lo que lo hacía el pibe con las botas; yo veía las botas de ambos que me pegaban”, describió el chico según publica el sitio Online 911.

La víctima, de 16 años de edad, aseguró que los policías lo tomaron del cuello y lo tiraron en el asiento trasero del patrullero, en el que lo trasladaron hasta la comisaría Tercera de Los Hornos.

“Me llevaron a la rastra y de los pelos para adentro”, describió el chico, que contó que lo llevaron al fondo de la seccional, a la zona de los calabozos, donde había otros cuatro policías, unos sentados y otros parados, algunos de civil y otros uniformados; todos hombres.

“Me esposaron con una mano (la derecha) a un fierro que está amurado contra la pared. El que me esposó contra el fierro fue el mismo que me detuvo en la calle. Pude ver que en los calabozos había gente detenida que también me bardeaba y me tiraban cosas; mientras la policía se reía y los incitaba a que se burlen de mí”, reveló el chico, que estuvo, según su versión, incomunicado mientras estuvo en la seccional.

“Yo estaba llorando y vino el policía que me detuvo y me pegó en la cabeza con la culata de la pistola. La desenfundó y me la mostraba. Como jugando con el arma. Después me pegó. Otro policía que estaba ahí dijo 'trajimos a este gato rastrero', dirigiéndose a los detenidos. Yo me sentí humillado”, describió el chico. Y agregó: “Uno de los policías que no estaba uniformado me dijo que él estaba ahí para que nadie me pegara, pero cuando me pegaban no hacía nada”.

El menor advirtió, además, que el policía que le pegó, amenazaba con que abriría la puerta del calabozo para que los otros presos le peguen. “Ey, trajimos carne nueva”, habrían dicho los policías. Recién media hora después fue trasladado al cuerpo médico.

Al formalizar su denuncia, el joven realizó un croquis del sitio en el que se habrían producido los hechos y agregó que lo obligaron a firmar unos papeles.

14 de marzo de 2012