Violó a su hija de 11 y filmó los abusos con su celular
El hombre tiene 37 años y permanece detenido. La denuncia fue realizada por su hijastro, y hermano de la menor, quien encontró las filmaciones en el teléfono móvil.
El adolescente se presentó en la comisaría para denunciar al padrastro y llevó como prueba su teléfono celular en el que el hombre registraba los abusos. Se sabe que son 25 los archivos con imágenes de las violaciones.
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La madre de ambos menores no estaba en la ciudad de Bahía Blanca al momento de la denuncia aunque no está aún comprobado si estaba o no al tanto de los abusos. La mujer estaba de viaje en Rosario, provincia de Santa Fe, por lo que mientras aguardan su regreso a la ciudad, los niños fueron puestos a resguardo del servicio local de Niñez y Adolescencia.
“Las pruebas son contundentes y comprometen directamente al imputado”, adelantó María Marta Corrado, titular de Unidad Funcional de Instrucción Judicial 14, especializada en delitos sexuales. Asimismo, se puedo averiguar que es materia de investigación si el acusado, un ex marino mercante, compartía los videos con terceros, es decir si los subía a internet para que lo vieran otras personas en cualquier parte del mundo.
“Los videos son muy claros y de ellos no surge que hubiera un tercero involucrado, si no que es el mismo imputado el que filma” precisó Corrado.
La Justicia analiza ahora los videos y el hombre será sometido a declaración indagatoria en las próximas horas. Además trascendió que en los procedimientos fueron hallados estupefacientes dentro de la vivienda. Los estudios clínicos realizados a la menor permitieron comprobar la existencia de al menos una violación.
Las vacaciones del horror
Con diferencia de minutos, la pareja, que está separada desde hace ocho años, estuvo en el edificio de Estomba 458. Tras el divorcio, el matrimonio siguió la relación en buenos términos y la mujer se radicó en Rosario un año y medio atrás. El jueves viajó casi ochocientos kilómetros sin saber qué había sucedido con su hija.
La había enviado en colectivo a comienzos de año junto a su otro hijo para que volvieran a ver a su padre después de varios meses. Al conocer las heridas de la pequeña y la acusación contra su ex, la madre entró en shock y no pudo declarar.
Las sospechas sobre el acusado comenzaron cuando el hermano de la nena, de 15 años, escuchó sonidos de actos sexuales que provenían del MP3 del hombre. Por curiosidad, el chico entró a su habilitación y encontró el teléfono celular. Al revisarlo vio que además de videos del hombre con otras personas, en varios estaba su hermana.
Espantado, el chico decidió llevarlo a la comisaría. Se supo que el miércoles a la noche, cuando la Policía detuvo al acusado al salir de su casa para evitar su fuga, intentaba llevarse a la nena en una moto. La pequeña, junto con su madre y su hermano, permanecen ahora en la casa de unos amigos.
Allegados a la familia dijeron que todos están consternados y sorprendidos con el comportamiento del acusado. “La madre de los chicos no sospechaba de nada y por eso decidió mandarlos confiada y con toda tranquilidad de vacaciones con él”, dijo uno de ellos a Clarín.
El relato de la madre del violador
Graciela, de 76 años, recibió a Diario Crónica de Bahía. “Me tomó por sorpresa, no imaginaba esto de mi hijo. No lo puedo entender ni cómo ni por qué lo hizo. La nena venía de viaje, vino a pasar las vacaciones de verano acá con nosotros, me quería ver a mí y ver a su padre, entonces la madre la mandó para acá. La madre no sabía nada de esto”, dijo.
Luego relató cómo fue el momento en que se enteró: “Vino un policía a decirme lo que había pasado. Yo creía que tenían una relación normal, ella jugaba con su papá. Lo que sí me llamó mucho la atención es que se metía mucho en la pieza. Le pregunté ‘¿qué hacés tanto en la pieza de papá?’ y me respondió que miraban películas”, reveló, y agregó: “El hermanito de la nena se fue a la pieza y vio el celular, lo manoteó y lo llevó a la comisaría a hacer la denuncia”. Mientras el muchacho se presentaba valientemente ante los efectivos con la prueba irrefutable del desastre, el abusador paseaba en moto con la nena.
Conmovida, y entre lágrimas, Graciela explicó que su hijo “estuvo trabajando mucho tiempo en Cutral Có y después se quedó sin trabajo. Acá no hacía nada, sólo cuidaba a su papá, que estaba postrado en una silla de ruedas, mi marido, que falleció hace ya dos años. Para mí la locura de él empezó cuando trabajaba en una petrolera, ahí ganaba mucha plata y empezó a drogarse, y se descarriló. Eso lo mató”.
Desconsolada y aturdida por la situación, la mujer repetía una y otra vez durante la entrevista que “no sé qué pensar, no puedo caer, no sé qué le pasó a mi hijo por la cabeza para violar a la nena. Y yo no se lo voy a perdonar”, aseguró.
“No la puedo ver a mi nieta, no quiere venir acá, mi nuera dice que tiene miedo, llora y está medicada”, concluyó, angustiadísima Graciela, por quien todos los vecinos de la cuadra tienen gran preocupación.
5 de febrero de 2012
