Como tiene dos vaginas, perdió la virginidad dos veces

Una chica británica padece una extraña anomalía genital que la hizo famosa. Mirá sus fotos.

Hazel Jones es una hermosa joven británica de 27 años con una rara condición: tiene dos úteros, dos cérvix y dos vaginas. La razón de esta anomalía es que nació con una malformación congénita denominada "útero didelfo", pero en su versión más insólita, que afecta a una de cada millón de mujeres en el mundo.


Desde los 14 años, Hazel sospechaba que tenía algún problema ginecológico, porque sufría fuertes calambres y abundantes hemorragias durante la menstruación. Pero no fue al médico ni se enteró de su afección hasta los 18 años, después de que su novio de entonces la viera "ahí" y notara que tenía algo diferente. "¿Qué es eso?", fueron sus palabras exactas, según cuenta ella.

 

"Tengo dos agujeros: uno a la izquierda y uno a la derecha. Parecen el símbolo de yin y el yang. El trocito de carne que los separa aparece más o menos dependiendo del estado de ánimo de mi cuerpo. A veces está oculto por los labios y a veces se ve claro como el cristal", confiesa la rubia.

"Desde que lo sé, se lo cuento a todo el mundo. De hecho, si una mujer quiere echarle un vistazo, se lo enseño sin problemas. No es algo que me avergüence", dijo en un magazine matutino de Gran Bretaña. 

Al parecer, cuando supo lo que le pasaba, comenzó a investigar y se dio cuenta de que esta condición le venía heredada de familia. "La hermana de mi bisabuela tenía dos vulvas y mi abuelo tenía tres testículos", contó.

 

Debido a su extraña condición, Hazel vivió situaciones tan extraordinarias como "perder la virginidad dos veces". Además, los médicos le advirtieron que tendrá que ser cuidadosa cuando quiera concebir, porque tiene un mayor riesgo de sufrir un aborto espontáneo, parto prematuro o hemorragias durante la gestación. Y, si se queda embarazada, deberá evitar hacerlo al mismo tiempo en el otro útero.

A pesar de estas contraindicaciones, Hazel nunca quiso operarse para corregir esta malformación, porque el postoperatorio es "muy desagradable y deja una gran cicatriz". Tampoco parece tener problemas en otros aspectos: "Mi vida sexual es estupenda", afirma, al tiempo que revela sobre este tema que "el orificio de la izquierda es el más sensible".

 


 

 


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