Bahía Blanca

Apareció una mujer semidesnuda, amordazada y atada a un palo de luz

La vecina de la casa, cansada de oir gritos, se asomó por la medianera y allí tomó esta fotografía de lo que denominaron el "geriátrico del horror".

Los vecinos aseguran que allí funciona un geriátrico. Sin embargo, ningún cartel lo anuncia. En el interior de la vivienda pintada prolijamente de blanco y naranja, el horror se presenta cada día. Maltratos, golpes, denigración, que se hacen carne en los que son alojados en el lugar.


Se trata de la vivienda ubicada en Alvarez Jonte 1221. Laura Aguirre, una vecina, un día no soportó más y actuó. Cuando estaba en su casa comenzó a escuchar lamentos. Se trepó por la medianera y vio a una mujer de unos 30 años, semidesnuda, amordazada y atada a un palo del patio. Lo primero que hizo fue tomar su celular, sacar fotos y comunicarse con la policía para denunciar lo visto.


“Yo estaba planchando en casa con mi sobrina y empecé a sentir un lamento. Me trepé a un paredón por una reja y me asomé al patio lindero al patio de mi casa. Ahí vi esta imagen: una chica empalada, atada de pies y manos, en ropa interior, siendo las seis y pico de la tarde, cuando hacía mucho frío. Totalmente inhumano”, contó Aguirre a Crónica Bahía Blanca.


“Ahí hay abuelitos, incluso hace un rato vino una chica desesperada a verme, diciendo que ahí está su suegro, y se fue corriendo a sacarlo”, continuó la heroína, y agregó: “La dueña es vecina del barrio, creo que se llama Beatriz. Hemos escuchado llantos antes, la pieza de mi nena da justo a ese paredón y me dice que se escuchan gritos. No te puedo describir la sensación que tuve cuando me encontré con eso”, indicó la mujer. Lo cierto es que, lamentablemente, no era la primera vez que se enteraba de los maltratos.

 

“Ya me había pasado una situación similar; había visto a una abuela, ahí. La tenían parada, le hacían poner las manos delante del cuerpo y le pegaban cachetadas. Sería una señora de 70 años. Esa vez, en la desesperación, no supe qué hacer, a quién llamar. Por eso ahora lo decidí rápido”.

 


Aún conmovida por lo ocurrido, Laura prosiguió con su relato. “Cuando me asomé, la chica estaba parada y en un momento se cayó, yo pensé que se había desvanecido o muerto. No me podía meter al patio y empecé a hablarle, pero ella no me podía responder porque tenía una mordaza en la boca. Ahí es cuando salió al patio esta señora y la desató, respondiéndome que lo hacía para que no se lastime. Nadie podía imaginarse que esto estaba sucediendo”, concluyó, indignada.


Una vez radicada la denuncia, la municipalidad clausuró el lugar y la muchacha sometida a maltratos será destinada a una institución de cuidado. Un dato más: los dueños o quienes trabajan en la “casa del horror” precisaron que no se trata de un geriátrico, sino de un “centro de rehabilitación kinesiológica”. El caso, en la justicia.

 

15 de septiembre de 2011

FUENTE: www.cronica.com

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