Un cantante que siempre coqueteó con la muerte
Un fatal accidente de tránsito y serios problemas de salud signaron su vida.
Si bien la muerte de Leo Mattioli conmovió al mundo de la música y particularmente al de la cumbia, su deceso no terminó de ser una completa sorpresa para sus fans. El León de Santa Fe luchó durante muchos años contra problemas muy serios de salud, acompañados por un accidente en el cual estuvo a punto de perder la vida.
En enero de 2000, Mattioli protagonizó un accidente de tránsito en el cual fallecieron dos integrantes de su grupo musical, Reyes y Bevegni. Él mismo sufrió heridas muy graves y estuvo internado al borde la muerte.
Sin embargo, se repuso y volvió a los escenarios con “Un homenaje al cielo”, un álbum dedicado a sus fallecidos amigos. Leo le escribió a la muerte en varias oportunidades. Una de sus canciones más escuchadas y emotivas es “Sólo le pido a Dios”, en la cual pide ayuda a la medicina y a las deidades cristianas para vivir más tiempo de lo que su enfermedad vaticinaba para no dejar en soledad a sus hijos.
“Esa gota de sangre que salió de mi boca no era un caramelo. Esta puta enfermedad que me está consumiendo por dentro hace tiempo”, cuenta la canción y pide: “Quiero quedarme con ellos. Prometo ser esta vez, un padre mas bueno. Si tengo que marchar, les cantare desde el cielo. Y como brisa bajare a acariciar sus cabellos”, grafica la canción.
A Mattioli se los vio muchas veces físicamente deteriorado arriba de los escenarios, pero nunca dejó de cantar y de brindar sus shows. En los últimos años, sufrió varias internaciones por problemas cardíacos. De hecho, en 2009 fue internado en terapia intensiva debido a un cuadro de neumonía que pudo sortear. Dos años después, finalmente llegó la hora de despedir al “Sandro de la cumbia”.