Nicolás Sarkozy, el toquetón
El primer mandatario francés ya no tiene problemas en hacer público su amor por las curvas femeninas.
Relajados y alojados en la residencia privada de veraneo al Sur de Bormes, los tortolitos atraviesan un momento muy especial ya que esperan el primer hijo.
Bruni y Sarkozy están felices. Se los ve y ellos no tienen inconvenientes en demostrarlo. Al punto que los dos se muestran sin tapujos en público a los besos y manotazos limpios. Él le toca la cola constantemente.
11 de julio de 2011